Yuri Tolochko acaparó los titulares en noviembre del año pasado cuando presuntamente se casó con su muñeca sexual. Hoy, el hombre de Kazajastán ha vuelto a estar en boca de todos tras haber declarado sentirse enamorado de un cenicero.
Tolochko, quien dijo que durante una sesión de fotos se percató de que sentía algo por el cenicero, ahora pretende colocarle una vagina artificial al objeto.
«Creo que la vagina se puede colocar en un tubo y el tubo se puede colocar en un agujero redondo donde se arrojan los cigarrillos», dijo en declaraciones a la agencia de noticias británica Jam Press.
Del cenicero dice que le gustaron varias cosas. «Me gustó su olor, el toque del metal en mi piel. Es fantástico. Me gusta el toque del metal afilado en mi piel, me emociona, así que creo que puedes entender lo que me atrae de este cenicero».
El New York Post informó que Tolochko aparentemente conoció a su nuevo amor mientras estaba separado de su esposa Margo, la muñeca sexual con quien se casó el pasado año.
Cenicero con historia
Tolochko, según ha dicho, ha estado saliendo con su cenicero durante un par de meses.
«Generalmente me gustan las cosas con historia», dijo. «Me encanta que este no es un cenicero nuevo, ha tenido contacto con una gran cantidad de personas».
«Cuando lo abracé [y] saqué las colillas, paquetes de cigarrillos y todo tipo de cosas, me gustó», sostuvo. «Me gustó cuando las cenizas me mancharon los pies descalzos, el cuerpo y la barba».
Tolochko ha dicho que si bien en ocasiones tiene relaciones sexuales con humanos, prefiere en todo caso los objetos.
«Tengo una pasión especial por los objetos, siempre han estado vivos para mí», afirmó. «Esto ciertamente no es lo mismo que una persona, son sentimientos completamente diferentes. Esto es similar a cómo un violinista puede amar su violín que tiene 300 años».