Empujada por la amenaza nuclear, la crisis climática y la pandemia la humanidad se encuentra a tan solo 100 segundos de su fin. La cuenta atrás la ha advertido este jueves el «Reloj del Apocalipsis«, una herramienta simbólica diseñada por científicos para alertar sobre las amenazas al planeta.
El también conocido como “Doomsday Clock” es una iniciativa creada por el Bulletin of Atomic Scientists (BAS) en 1947, cuando había terminado la Segunda Guerra Mundial y la humanidad paladeó lo que sería la destrucción del mundo con las bombas nucleares de Hiroshima y Nagasaki.
Desde entonces, hace 75 años, el Reloj del Juicio Final trata de hacer conciencia sobre los temas científicos que podrían poner en peligro la existencia de la raza humana, como el cambio climático; la pandemia de COVID o incluso los conflictos militares en ciernes como el que se vive en Rusia y Ucrania.
Reloj del Apocalipsis alerta sobre el fin del mundo
En conferencia de prensa, el BAS advirtió que el mundo no es más seguro hoy que el año pasado.
“Cien segundos para la medianoche refleja el juicio de la Junta de que estamos atrapados en un momento peligroso, que no aporta ni estabilidad ni seguridad. Los avances positivos de 2021 no lograron contrarrestar las tendencias negativas a largo plazo”; señaló Sharon Squassoni, copresidenta del Consejo de Ciencia y Seguridad del BAS, y profesora de investigación en el Instituto de Política Científica y Tecnológica Internacional de la Universidad George Washington.
Al instalarse, el minutero se fijó originalmente a las 7 horas, y su punto final son las 12, la medianoche.
Desde entonces lo más lejos que ha estado de marcar la medianoche son 17 minutos, al término de la Guerra Fría.
Luego en 2018 estuvo a dos minutos y en 2020 se ajustó a 100 segundos, lo más cerca que la humanidad ha estado de la destrucción total. Y en el mismo punto se quedó en 2021, y ahí se encuentra en 2022.
“Cuando el reloj llegue a la medianoche, significa que se produjo algún tipo de intercambio nuclear o un cambio climático catastrófico que ha acabado con la humanidad”; afirmó Rachel Bronson, presidenta del BAS. “Así que no queremos llegar nunca y no lo sabremos cuando lo hagamos”, concluyó.