Una mujer de 33 años, reveló que amamanta a la bebé de su hermana y su declaración genera debate en las redes, algunos catalogan la situación como “asquerosa”, pero la mujer afirma se trata de un acto “especial” que realiza por su familia.
La polémica comenzó cuando Emily empezó a amamantar a la bebé de su hermana Katelyn Urioste, Kyan, de 6 meses, debido a que Katelyn se enfermó un mes después de dar a luz.
Emily, que en ese momento aún amamantaba a su propio hijo, Keen, de 18 meses, y producía leche, pudo brindar apoyo lactando a Kyan mientras Katelyn estaba en el hospital o cuando Emily cuidaba a la pequeña, menciona The Mirror UK.
Emily defiende la idea de que es saludable que un bebé reciba leche materna de dos mujeres, argumentando que proporciona una doble inmunidad. Tanto Emily como Katelyn, también madre y ama de casa, consideran que esta práctica refleja la cercanía entre ellas y que es una forma natural de cuidar a la bebé.
¿Es saludable que un bebé reciba leche materna de dos mujeres?
Ambas sostienen que la lactancia compartida ha sido históricamente aceptada. El caso de Emily ha generado comentarios variados en las redes sociales, desde apoyo hasta críticas.
La madre de cuatro hijos destaca que la lactancia compartida no debería ser un tema tabú y busca normalizar la idea de alimentar a los bebés de otras personas.
Emily espera que, al hablar abiertamente sobre su experiencia, contribuya a que más personas se sientan cómodas compartiendo estas experiencias.
Katelyn, quien ha experimentado la lactancia compartida en otras ocasiones con Emily, valora la ayuda que esta brinda en el posparto. Asegura que, después de dar a luz, contar con el apoyo de su hermana para alimentar a la bebé y tomar un breve descanso es reconfortante.
Ambas mujeres critican la percepción negativa de la lactancia compartida y se preguntan por qué algo tan natural se considera “extraño”.
Emily, con experiencia como enfermera de parto durante 10 años, destaca los beneficios para la salud que puede brindar la lactancia compartida. Argumenta que cada madre adapta su leche a las necesidades específicas de su bebé, lo que podría proporcionar una doble inmunidad al amamantar de dos mujeres diferentes.
Aunque reconoce que al principio la idea sorprendió a sus esposos, esperan que con el tiempo se normalice.