El increíble rescate de una jirafa con más de 24 especialistas

Foto: Emotivo recate de a una jirafa /cortesía
Foto: Emotivo recate de a una jirafa /cortesía

En un desafiante procedimiento que ha vuelto a captar la atención en redes sociales, un equipo multidisciplinario de más de 24 personas logró inmovilizar y tratar a «Pongo»; una jirafa de 11 años con dos patas fracturadas en el Zoológico de Miami.

El evento, ocurrido en 2020, ha sido descrito por la institución como un «reto extremo«; y ahora ha resurgido como un ejemplo impresionante de trabajo en equipo y dedicación animal.

«Pongo«, una jirafa reticulada de 4,87 metros de altura, había estado sufriendo de cojera severa que había restringido significativamente su movilidad y afectado su calidad de vida.

Ante el deterioro de su condición, los veterinarios decidieron intervenir con una operación compleja debido a las dificultades inherentes a anestesiar a un animal de su tamaño.

Foto: Emotivo recate de a una jirafa /cortesía
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Emotivo recate de a una jirafa

El procedimiento requirió un esfuerzo coordinado de profesionales de diversas áreas, incluyendo veterinarios, cuidadores de zoológicos y herreros. Para inmovilizar a «Pongo»; el equipo trabajó con precisión mientras el animal yacía sobre un tablón, con su cabeza elevada.

Durante la intervención se realizaron radiografías, poda de cascos, terapia con láser y la recolección de muestras de sangre y tejido.

Uno de los aspectos más innovadores del tratamiento fue la colocación de zapatos de goma personalizados en las patas traseras de la jirafa. Estos zapatos fueron diseñados para inmovilizar y soportar la pata fracturada, al mismo tiempo que ayudaban a equilibrar la pata opuesta.

La adaptación de los zapatos requirió un modelado a medida, destacando la dedicación del equipo para mejorar la calidad de vida de «Pongo».

Foto: Emotivo recate de a una jirafa /cortesía
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El equipo aplicó masajes constantes en el cuerpo y cuello de la jirafa para estimular el flujo sanguíneo durante la intervención. El mayor desafío fue mantener a «Pongo» segura y estable bajo anestesia; controlando cuidadosamente sus signos vitales a lo largo del proceso.

redUNO