Según dos nuevos estudios publicados (Archivo Getty) indican que el embarazo puede acelerar el proceso de envejecimiento de las mujeres.
Son investigaciones realizadas por dos grupos de científicos por separado sobre los marcadores genéticos de las células sanguíneas de las embarazadas.
En base a los resultados, se encontró que las células envejecen a un ritmo exagerado; añadiendo meses o incluso años a la llamada “edad biológica” de la mujer a medida que avanza el embarazo.
Pero uno de los estudios también aporta un hallazgo optimista. Dice que el proceso de envejecimiento puede invertirse una vez que la mujer da a luz. Eso es posible rebobinando el tiempo de modo que las células de algunas madres parecen ser biológicamente más jóvenes después que durante la gestación; especialmente si la madre amamanta a su bebé.
Envejecimiento tres meses después del parto
Uno de los estudios fue publicado en la revista PNAS de la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos, y advirtió que el embarazo “tiene un gran impacto en el cuerpo de la mujer” y en su edad biológica.
Los científicos utilizaron distintos “relojes” de edad biológica y otras medidas para analizar marcadores de ADN en muestras de sangre. No se trata de relojes, sino de algoritmos desarrollados con programas de inteligencia artificial que examinan los patrones de marcadores químicos especializados. Estos marcadores se acumulan y cambian en respuesta a nuestra edad, salud y estilo de vida, un proceso conocido como epigenética, según contó el diario The Washington Post.
Con muestras de sangre de 119 mujeres estadounidenses embarazadas y cinco relojes diferentes, los investigadores rastrearon los cambios epigenéticos relacionados con la edad biológica de las mujeres. Lo tuvieron en cuenta desde el principio de la gestación y terminando tres meses después de haber dado a luz.
Los relojes volvieron a coincidir en que el embarazo parecía envejecer a las madres incipientes a medida que se acercaban a término, haciendo que el ADN de sus células sanguíneas pareciera tener hasta dos años más que al principio del embarazo.
Lo más alentador, sin embargo, según O’Donnell; es que este envejecimiento pareció invertirse en la mayoría de las mujeres en los tres meses siguientes al parto.