Una mujer argentina ha demandado a su hija de 22 años para que deje de depender económicamente de ella, argumentando que la joven no ha cumplido con su obligación de estudiar ni de trabajar.
Según la madre, la hija abandonó sus estudios universitarios tras completar solo el 11% del plan de estudios en un periodo de cuatro años y, además, no buscaba empleo. La demanda fue presentada ante el tribunal, citando que la joven no estaba en condiciones de mantenerse por sí misma, lo que dejaba a la madre con la carga económica.
El Código Civil argentino establece que los padres tienen la obligación de sustentar a sus hijos hasta los 25 años si estos están estudiando y no pueden sostenerse por sí mismos.
Sin embargo, en este caso, la jueza determinó que la hija no cumplía con esos requisitos, ya que no estaba cursando estudios de manera continua ni demostraba esfuerzo por avanzar académicamente. Además, la joven no se presentó en la corte para defender su posición, lo que complicó aún más su caso.
Madre demanda a su hija, pide que se vaya de su casa
Este caso pone de manifiesto una problemática común en muchos países, relacionada con la dependencia económica de los jóvenes hacia sus padres. Aunque en culturas de Asia y Europa es habitual que los hijos permanezcan en casa hasta bien entrada la adultez, en muchas sociedades occidentales los jóvenes tienden a buscar su independencia a una edad más temprana.
Sin embargo, factores como el alto costo de vida, la precariedad laboral y la falta de oportunidades de empleo han generado un aumento significativo de jóvenes que, a pesar de haber alcanzado la mayoría de edad, siguen viviendo con sus padres.
En Estados Unidos, por ejemplo, un 52% de los jóvenes entre 18 y 29 años aún vive en el hogar familiar, la cifra más alta desde la Gran Depresión, lo que refleja cómo la situación económica actual influye en las decisiones de los jóvenes sobre su independencia.