Una historia que seguramente te conmoverá… En Arizona, Estados Unidos una mujer de nombre Melanie Shaha le detectaron un tumor benigno en la glándula pituitaria en 2003. La mujer recibió tratamiento y fue intervenida quirúrgicamente en dos ocasiones; sin embargo, en 2017 el tumor regresó.
Como alternativa de tratamiento para el tumor, Melanie Shaha fue remitida a radioterapia; por lo que también se vio afectada por sus efectos secundarios. De acuerdo con la Sociedad Americana contra el Cáncer estos incluyen fatiga, cambios en la piel, pérdida de cabello, entre otros.
Seguidamente, Melanie le preguntó a su doctor si perdería su cabello, a lo que la respuesta inicial fue un “no”. No obstante, tres meses después, la realidad fue otra: su cabello estaba cayendo.
“Al no tener cabello, sobresales como un pulgar dolorido y las personas bien intencionadas pueden decir cosas que te rompen el corazón (…). No me importa estar enfermo, pero me importa parecer enfermo. Prefiero mezclarme y no destacar en la tienda”; dijo Melanie a Today.
Le detectaron un tumor benigno en la glándula pituitaria
La broma durante aquel almuerzo en 2018 ya comenzaba a materializarse. Para el 21 de marzo de este año, el cabello de Matt, hijo de Melanie había crecido cerca de 30 centímetros; una longitud suficiente para fabricar una peluca.
El cabello de Matt, fue enviado a una compañía llamada Compassionate Creations, con sede en Newport Beach, California. La espera terminó en junio, cuando Melanie recibió la peluca.
Cabe mencionar que la mayoría de los tumores pituitarios, son crecimientos no cancerosos (benignos), también llamados adenomas. Y estos permanecen en la glándula pituitaria o en los tejidos que la rodean y no se diseminan a otras partes del cuerpo.
Tomado de: lapatilla.com
