Shyja es una mujer de la India a la que su bigote le ha otorgado la seguridad y autoestima que muchas personas han intentado robarle a través de comentarios sobre su físico.
La hindú de 35 años ha recibido fuertes críticas y burlas no solo por lucir bello facial, sino, por la seguridad con la que lo luce.
Según contó al medio británico BBC, ella siempre se ha sentido hermosa; además, aprendió a despreocuparse por lo que puedan opinar las demás personas sobre ella y su apariencia.
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"I just do what I like. If I had two lives, maybe I'd live one for others," says Shyja.#kerala #reelkarofeelkaro #reelitfeelit #selflove #empowerment pic.twitter.com/PVCLhPw5SM
— The Better India (@thebetterindia) August 1, 2022
«La gente se burla de mí diciendo: ‘son los hombres los que tienen bigote, ¿por qué una mujer tendría uno?'», manifestó.
Shyja ha padecido de diferentes problemas de salud que la han llevado al quirófano seis veces. Según contó le quitaron un tumor que tenía en el seno, además, tuvo quistes en los ovarios y hace cinco años le extirparon el útero.
«Me amo a mí mismo y al bigote. Nunca traté de ocultarlo», añadió.
Recientemente se hizo viral en sus redes sociales por lucir su bigote negro y tupido.
Se niega a cortarlo
A pesar de las constantes recomendaciones que las personas le hacen para que se quite el bigote, ella se rehúsa a hacerlo, al contrario, les responde que quien lo lleva es ella.
«La gente me aconseja que me quite el bigote. ¿No es en mi cara, acaso? Entonces, yo digo: ‘que se quede ahí’, así fue y es mi respuesta para los que se burlan o me quieren aconsejar», explicó para un medio de su localidad.
Shyja dijo que no le molestan los comentarios y el odio que recibe por parte de los internautas. Además, confesó que ni su esposo ni su hija se molestan por su bigote.
Una de las principales razones del crecimiento facial es el síndrome de ovario poliquístico (SOP), un padecimiento que según expertos, es muy común hoy en día. No obstante, muchas mujeres se avergüenzan de su vello natural, pues no encaja dentro de los estándares de belleza de la sociedad.
Por La Patilla
