Cuando se preparaba para regresar a su hogar en el estacionamiento de un supermercado, donde vende sándwiches y empanadas, el comerciante Diego Valdez, de Posadas, Argentina encontró un bolso abandonado. Dentro había alrededor de 4 millones de pesos.
Tras el hallazgo, sin dudarlo, se puso en contacto con los supervisores del comercio y pudieron dar con el dueño, que era un médico de la zona.
“Soy feliz y millonario con lo que tengo, que es mi familia”, expresó el hombre, padre de dos niños. El comerciante encontró el bolso con el dinero en una zona donde no hay cámaras de seguridad ni nada. «Yo me rebusco a diario, gracias a Dios tengo mucha gente que me ayuda y me da changuitas. A veces te tienta un poco, pero de nada sirve porque la plata como fácil viene, fácil se va«.
Luego de finalizar su jornada laboral, el comerciante comenzó a juntar su mesa para regresar con su familia. Fue entonces que notó que sobre uno de los carritos de compra que había en el estacionamiento del mayorista se encontraba un bolso. La curiosidad lo llevó a abrirlo y toparse con miles de billetes en el interior del saco. También había documentación del propietario.
Comerciante regresa bolso con millones de pesos argentinos y su razón se viraliza
El vendedor de 43 años, reconoció, a un medio local, que al principio tuvo escalofríos cuando vio tanto dinero junto. “El dueño es un médico y dijo que lo que más le importaba eran los papeles clínicos de los pacientes”, contó Valdez a Radioactiva 100.7, y agregó que el propietario del bolso “se emocionó mucho”. “No podía parar de lagrimear porque decía que cómo yo en la situación que está pasando todo el país fui a devolverlo”, dijo el vendedor.
Justo el día anterior a hallar el bolso extraviado, Valdez había dejado un CV en el mercado Diarco con el objetivo de tener un trabajo en blanco. Ahora, tras lo ocurrido, el vendedor tiene esperanzas: “Siempre recé y pienso que Dios hizo esto para ayudarme. Ahora la empresa sabe que soy una persona de confiar”. “Mi señora dijo que fue una prueba que Dios me puso para probarme y que yo lo que hice estaba bien y de buen corazón”, recalcó, orgulloso, el vendedor.