En el condado de Ayrshire, Escocia, Paul Wynn de 57 años, murió el día de su boda cuando su prometida caminaba hacia el altar. De acuerdo al testimonio de su novia de dos décadas, el hombre padecía de cáncer terminal.
Paul, el hombre que murió el día de su boda, fue diagnosticado de cáncer en el páncreas durante el mes de mayo y los médicos le dieron de 6 semanas a dos meses de vida aproximadamente. Por esta razón decidió, junto con su novia, adelantar las nupcias que estaban originalmente programadas para el 16 de julio.
Todo parecía bien el día de la boda
«Todo parecía estar bien, aunque Paul parecía estar un poco incómodo en este punto y su falda escocesa se había aflojado un poquito para ayudarlo a sentirse más cómodo», comentó Alison Wynn, novia del fallecido.
Alison relató para Daily Record, que vio a su prometido tirado en el suelo mientras caminaba hacia el altar. Luego de correr para estar a su lado notó que no tenía signos vitales.
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Varios socorristas se apresuraron para darle reanimación cardiopulmonar y usar un desfibrilador, sin embargo, todos los intentos para salvar su vida fueron en vano.
«Parece que fue ayer cuando sucedió lo de la boda. Tengo que levantarme y moverme todos los días por el bien de mis hijos, pero no puedo comer», lamentó Alison.
El hombre que murió el día de su boda tenía 11 hijos y 5 eran de su relación con Alison: Sandy de 20, Tarquin de 15, Marcus de 13, Louise de 8 y Poppy de 4.
