El agua de diferentes marcas que la venden embotellada en todo el mundo y la de los grifos de algunas partes de China y Reino Unido fueron examinadas por investigadores, revelando que contenían sustancias PFAS; conocidas como los ‘químicos eternos’ porque no se descomponen en la naturaleza y son altamente dañinas para la salud.
Los componentes químicos PFOA y PFOS, dos de los tipos de PFAS más estudiados por su efecto en la salud humana y por su uso prolongado en la industria, fueron encontrados en el 99 % de las muestras de agua embotellada que provenían de 15 países de todo el mundo y que se venden en la mayoría de las ciudades de Reino Unido y China, según el estudio publicado este jueves en la revista ACS ES&T Water.
Para la investigación, científicos de la Universidad británica de Birmingham, la Universidad de Ciencia y Tecnología del Sur y la Universidad de Hainan, estas dos últimas de China, adquirieron 112 botellas en varias tiendas locales de 87 marcas con diferentes envases, como plástico y vidrio, con o sin gas.
De acuerdo con el informe compartido por la Universidad de Birmingham; en el agua de origen mineral natural se detectaron concentraciones más altas de PFAS en comparación con el agua purificada; aunque generalmente estaban por debajo de las recomendaciones de las agencias reguladoras.
Encuentran 'químicos eternos' en casi el 100 % del agua embotellada en varias partes del mundo https://t.co/WTqFDUhO8k pic.twitter.com/7X6ESYfRMR
— J C (@JOTACE7777) October 19, 2024
Descubren sustancias tóxicas en el 99 % de las aguas embotelladas
Mientras tanto, los investigadores no observaron ninguna diferencia importante entre las concentraciones en botellas de plástico o vidrio; así como entre el agua con o sin gas.
Con respecto al suministro de grifo, examinaron 41 muestras provenientes de distintos hogares de Reino Unido y 14 de la ciudad de Shenzhen, en China.
Esto reveló que el líquido de los hogares chinos tiene una concentración de PFOS que supera el nivel máximo de contaminantes; según los estándares de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos.
Las PFAS, o ‘químicos eternos’, son sustancias que se utilizan en la industria desde la década de 1940 en diferentes formas. Gracias a sus propiedades repelentes al agua y a las manchas, se pueden encontrar en productos como espumas contra incendios y sartenes antiadherentes; así como en productos de cuidado personal como maquillaje y esmalte de uñas.
Debido a su lenta descomposición en el medio ambiente, estas sustancias llegan a acumularse en el cuerpo humano y pueden vincularse con distintos problemas de salud; aumentando el riesgo de padecer cáncer, alteraciones en el sistema inmunológico y trastornos hormonales.