Kim Kardashian perdió todo el estilo y glamour gracias a su hija North West que hizo tremendo escándalo momentos antes de que iniciara el desfile de modas de Kanye West en Nueva York.
La niña comenzó a llorar tan fuerte que Kim Kardashian trató de hacer lo posible por mantenerla tranquila y no ‘molestara’ a los invitados a la gran noche de Kanye.
Entre los grandes invitados estaban Beyoncé, Jay-Z y Anna Wintour, quienes trataron de mantener la calma ente el llanto de la niña pero por el bien de todos, Kim se levantó de su lugar y la llevó tras bambalinas donde la tranquilizó con unos dulces.
North no parecía muy entretenida en el desfile de su padre y mejor se quedó a jugar rodeada de modelos y resguardada por su abuela Kris en lo que Kim regresaba a su lugar para brindarle apoyo a su polémico esposo.