Con la teoría de que consumir un alimento derivado de sus propias bacterias vaginales saludables podría acarrear beneficios a la salud, la Doctora procedió a crear este singular yoghurt.
Westbrook llevó a cabo el experimento combinando las bacterias naturales de su organismo con leche natural en la cocina de su casa. Después de una noche, el yoghurt estaba listo.
Su creación tenía un sabor «fuerte y amargo», casi picante. La doctora lo comparó con el yoghurt originario de la India.
Sin embargo, consumir este producto de manera diaria podría no ser muy saludable, ya que las secreciones vaginales contienen bacterias diferentes a los lactobacilos, algunos de los cuales pueden ser patógenos, señalaron expertos.
Agencias