A veces los niños son perfeccionistas por naturaleza, pero a pesar de eso hay alternativas que pueden ayudarte para que guíes a tu hijo a encontrar un equilibrio y no ser tan duro consigo mismo. Pon atención a los siguientes consejos.
Estudia los mensajes que envías
Procura que tus hijos entiendan que los amas incondicionalmente. Evalúa los mensajes que envías, de nada servirá que le digas que no te importan los trofeos si tu presumes frente a tus amigos de los logros que él o ella han obtenido, hazle saber qué cosas como la sinceridad y la colaboración te hacen sentir orgullosa de ellos.
Da énfasis en que aprender es más importante que ganar el primer lugar. Cuando tu amado hijo lleve una calificación excelente di: «Que trabajo tan duro para aprender todo esto», en lugar de decir «¡Bien, otro 100%!»
Enfatiza que nadie es tan malo ni tan bueno
Los perfeccionistas tienden a pensar en los extremos: todo o nada. Si tu hijo piensa que un 99% es malo pueda ser que se crea tonto, explícale que como humanos cometemos errores lo cual es normal, procura que entienda que todos somos diferentes y nadie es perfecto.
Deja que tus hijos trabajen solos aunque esto implique que se equivoquen. Ofréceles asistencia menor en caso que te la pidan. Deja que trabajen solos para que se den cuenta que tienen la capacidad de obtener buenos resultados con su propio esfuerzo.
Frases como «todos nos equivocamos», «la próxima vez lo harás mejor» e incluso sustituir la palabra «error» por la palabra «obstáculo» pueden ayudar a que tus hijos acepten el fracaso sin martirizarse.
No los vuelvas ansiosos
No incrementes su ansiedad escolar con frases como «No te preocupes, yo sé que obtendrás una A como siempre». Aunque parezca una frase alentadora ésta puede aumentar la presión en tu hijo solo para mantener el estatus que tienes de él.
Si tu retoño pasa demasiado tiempo realizando tareas escolares deberás establecer un horario en el que incluya tiempo para relajarse.
Amplía la identidad de tu hijo
Enseña a tu hijo que no debe valorarse sólo por sus éxitos académicos. Busca actividades que no generen competencia para que participe y descubra que tiene más de que sentirse orgulloso como la capacidad de hacer amigos fácilmente.
Si en alguna actividad tu hijo no es de los mejores y eso le frustra y molesta no suspendas esa actividad. La vida está llena de situaciones a favor y en contra y tú debes enseñarle cómo lidiar con estas sin abandonar la lucha.
Busca películas o libros que muestren modelos de personajes exitosos que fracasaron para que tu hijo aprenda que los errores nos ayudan a mejorar y ser exitosos, de esta manera un fracaso puede ser una motivación.
Cambiar la mentalidad de tu hijo no es fácil pero con la constante práctica de estos tips lo lograrás.