Identificado como «Pequeño Wang», el joven de la provincia de Jiangsu se llevó a escondidas un cuchillo de su casa y dejó una nota a sus padres, indicándoles que iba al hospital.
Luego se amputó la mano sentado en una banca cerca a la parada de un autobús, la dejó en el suelo y tomó un taxi al centro de salud, donde los doctores lograron reimplantarla gracias a policías que la recuperaron.
La madre de Wang dijo a medios locales: «No podemos creer que haya pasado. No lo esperábamos, siempre fue un chico inteligente».
Según narra Starits Times, el adolescente contó a sus padres que se sentía muy estresado debido a su adicción a Internet y las pruebas académicas que pronto debía tomar, y para las que no se podía concentrar. Aún no se sabe si recuperará la movilidad total de su mano.
Agencias