El SMAP (Soil Moisture Active Passive), será el encargado de medir la temperatura del planeta Tierra, calculando la humedad en la superficie y permitiendo saber si es suelo está congelado o descongelado en las zonas más frías.
El satélite realizará un recorrido que permitirá cubrir la totalidad del planeta cada dos a tres días. Es decir, desde el punto que comenzará, hasta terminar el primer trayecto demorará esa cantidad de días.
«Una vez que el satélite está en órbita hay que validar la información que envía en comparación con la medición in situ», explicó a la agencia SITU, José Martínez, líder del grupo HIDRUS e investigador del Instituto Hispanoluso de Investigaciones Agrarias de Salamanca, quienes colaboran con el proyecto de la NASA.
La finalidad del estudio tiene, además de conocer las condiciones medio ambientales de distintas zonas del mundo, la idea de saber sobre posibles deslizamientos de tierra, deshielos, inundaciones, monitoreo de sequías, entre otras.
Agencias