¿Puede perjudicar la ropa ajustada a tu salud?

¿has pensado alguna vez en que la ropa que sueles llevar puesta también juega su papel? Según apunta la Fundación Española del Corazón (FEC) el uso continuado de ropa demasiado ajustada puede favorecer la aparición de problemas cardiacos, ya que la ropa que se ciñe al cuerpo y, especialmente, la que está confeccionada con telas pesadas como los tejanos, dificulta la circulación sanguínea venosa, provocando dificultad en el retorno de la sangre venosa y aumento de los edemas.

Así, se puede propiciar la aparición de trombos venosos, principalmente en las piernas, que pueden ser graves. Si llegamos a un caso extremo, «esta trombosis venosa, si se sucede de forma repetida, puede provocar hipertensión arterial pulmonar, con aparición de dificultad respiratoria, y si es masivo el desprendimiento de los trombos puede llegar a producir la muerte», recuerda la Dra. Mar Moreno miembro de la SEC y cardióloga del Hospital La Paz de Madrid.

«Consideramos ropa ajustada a aquella que no deja que hagamos movimientos de forma natural y que, tras haberla llevado unas cuantas horas, nos deja marcas en la piel. Sentir hormigueo y adormecimiento en algunas zonas, especialmente en manos y pies, será señal inequívoca de que debemos vestir prendas más holgadas», afirma la Dra. Moreno.

Pero además…

La ropa ceñida también provoca retención de líquidos y de toxinas favoreciendo la aparición de celulitis y de depósitos de grasa en algunas zonas del cuerpo. Además, dificulta la digestión y puede obstruir el correcto paso de aire y oxígeno por el cuerpo. Para evitar que una mala circulación dificulte nuestra salud cardiovascular, la FEC recomienda:

Realizar ejercicio de forma regular: realizar cualquier forma de actividad física durante un mínimo de media hora entre cuatro y cinco veces por semana, incrementará la acción de bombeo del corazón.Seguir una dieta saludable rica en frutas y verduras, evitando el consumo de grasas saturadas ya que éstas favorecen la aparición de colesterol.

Mejorar la posición corporal: evitar estar muchas horas sentados con las piernas cruzadas y levantarse cada cierto tiempo de la silla de la oficina para realizar unos pequeños ejercicios de estiramientos. En las zonas en las que se haya notado que existe una mala circulación, colocar esa área por encima del nivel del corazón para hacer llegar la sangre más rápidamente y sin sobreesfuerzo.

Dejar de fumar, ya que este hábito favorece el endurecimiento de las arterias generando una mala circulación.

Agencias