Qué NO es normal en el comportamiento de un hijo adolescente

En la etapa de la adolescencia, el comportamiento de los hijos comienza a tener una serie de cambios debido a toda la revolución interior que está viviendo. Esos cambios también le hará sentir un cambio en su identidad y su personalidad, la cual empezará a forjarse según sea su carácter y según sean los estímulos que tiene alrededor.

Los adolescentes pueden estar enfadados, con comportamientos rebeldes o desafiantes, con altibajos en sus emociones e incluso pueden tener pensamientos egocéntricos, y todo esto resulta tremendamente normal en esta etapa, sin tener que preocuparte tú en exceso. Pero también existen posibles comportamientos que no son normales y que pueden causarte preocupación de forma más que justificada. Hoy quiero hablarte sobre los comportamientos que no son normales en los adolescentes para que sepas diferenciarlos, no pierdas detalle.

Comportamientos que deben preocuparte

Hay comportamientos que los adolescentes pueden tener y que son preocupantes, pero que se pueden solucionar con asistencia de un profesional.

Que su comportamiento interfiera en su rendimiento académico como faltar a clases o suspender exámenes por no querer hacer nada.

Problemas en mantener amistades a causa de su comportamiento (déspota, violento, egocéntrico, etc.)
Se comporta de forma irresponsable, algo que sin duda le cerrará puertas académicas y laborales.

Comportamientos que interfieren en un buen clima familiar (insultos, gritos, patadas, golpes, etc.) es muy probable que tenga algún problema emocional sin resolver que necesitará ser tratado.

Comportamientos muy preocupantes

En cambio, existen otro tipo de comportamientos que pueden estar derivados por motivos mucho más preocupantes que los comportamientos anteriormente citados, porque pueden ser por problemas emocionales muy profundos e incluso por algún problema más serio que tendrá que valorar un profesional de la salud mental.

Desafío constante a la figura de autoridad tanto en casa como fuera de ella. Este comportamiento le puede traer serios problemas, incluso con la justicia.
Insultos y vejaciones a los demás de forma constante.
Comportamientos muy agresivos con las personas cercanas, mucha dificultad en el control de la ira y de las emociones.

Consumo de drogas. Ya sea alcohol u otro tipo de drogas, si tu hijo está experimentando su consumo tendrás que buscar ayuda de forma inmediata.

Si tu hijo roba no tienes que ignorar este comportamiento porque pensará que es correcto; robar está mal y debe tener consecuencias como por ejemplo pasar la vergüenza de devolver lo que ha robado a su propietario y pedir perdón.
Tener una dependencia emocional con los demás es un signo claro que su autoestima no está bien.
Autolesionarse, es un indicio de problemas mentales severos.

Crueldad y falta de empatía con personas y animales. Si hace daño a personas o animales y no muestra arrepentimiento tendréis que buscar ayuda de forma inmediata.

Si no te sientes capaz de controlar a tu hijo porque sus comportamientos no son normales, no te calles ni lo lleves en silencio. La mejor opción es pedir ayuda de un profesional para que los ayuden a manejar estas situaciones y que de este modo tu hijo pueda sentirse bien.

Los comportamientos que no son normales siempre vienen precedidos por problemas emocionales muy severos que deberán ser tratados y seguidos por un profesional.