Hoy quiero hablarte sobre cómo enseñarle a niños mayores de 6 años a tener autocontrol y a los adolescentes. Si tienes unos hijos que van entre estas edades estoy segura que te interesa lo que a continuación te voy a explicar.
Niños entre 6 y 9 años
A partir de esta edad los niños ya son plenamente conscientes de qué son y para qué sirven las normas que se establecen. Es más, las normas son necesarias para que puedan desarrollarse plenamente y así encontrar la seguridad y el equilibrio que necesitan para poder crecer felices. Además cuando un niño empieza la escolarización obligatoria también empieza a darse más cuenta de las consecuencias que puede tener el comportamiento inadecuado.
Cuando tu hijo se ponga nervioso ante diversas situaciones (baja tolerancia a la frustración, situaciones sociales que le desagradan, etc.) enséñale a alejarse unos minutos del lugar para respirar y poder calmar sus nervios en lugar de actuar de forma impulsiva.
Niños entre 10 y 12 años
En esta edad los niños empiezan a entender sus sentimientos, a algunos les puede costar más que a otros pero normalmente suelen tener menos problemas que en edades anteriores. Por este motivo resulta muy importante animar a los chicos a que piensen sobre aquello que les ha causado la pérdida de control para poder analizarlo y buscar alternativas para que no vuelva a suceder.
Cuando tu hijo necesite tiempo para pensar sobre lo que ha sucedido y a intentar buscar soluciones no dudes en proporcionárselo.
Niños entre 13 y 17 años
En estas edades estamos entre la pre adolescencia y la adolescencia en su punto más álgido, pero los niños son capaces de controlar sus acciones y si no lo hacen es porque algo está fallando.
En estas edades es necesario enseñar a los adolescentes a pensar en las consecuencias a largo plazo, y para ello tendrás que hacer una pausa y pensar en esas situaciones que le molestan y poder buscar estrategias adecuadas de respuesta.
También será importante que se trabaje la comunicación asertiva en casa para evitar perder el control, no dar portazos, no gritar… y sobre todo predicar con el ejemplo por parte de los padres.
Si es necesario será una buena idea eliminar ciertos privilegios para reforzar la buena conducta, pero igual que la eliminación de privilegios es adecuado proporcionarlos para reforzar la conducta de forma positiva.
Como conclusión y para acabar este artículo, debo comentarte la importancia de trabajar la educación emocional en todas las edades tanto desde casa como desde la escuela, porque es la única manera que los niños aprendan a entender y controlar sus emociones, y a empatizar con las emociones de los demás.
