La comediante Joan Rivers dejó su fortuna estimada en $150 millones a su familia directa, a colaboradores cercanos y a diversas entidades caritativas.
Según el testamento que se dio a conocer el miércoles, la también empresaria dejó aportación a un centro de perros guías para ciegos, a la fundación God’s Love We Deliver de ayuda a enfermos de cáncer, sida y el viurs VIH, así como a varias organizaciones de la comunidad judía, informó el diario Daily News.
Su hija Melissa recibirá «todas sus pertenencias personales tangibles» y su nieto Cooper contará con un fondo, al igual que sus sobrinos Caroline y Andrew Waxler. Aún se desconoce la cantidad que se le entregará a cada entidad y el monto de los fondos bancarios para los familiares.
La fallecida presentadora de Fashion Police no restó importancia a la fidelidad y el trabajo de su equipo, y pidió que se le entregara una cantidad no revelada a su publicista Scott Currie y sus asistentes Sabrina Lott Miller y Jocelyn Pickett. Esta última, a quien Rivers consideraba «familia», también heredará los cuatro perros de la comediante.
Los documentos del testamento se firmaron el 16 de noviembre del 2011 y no mencionan un apartamento en Nueva York y una casa en Connecticut con un valor de $35 millone.
Rivers falleció en septiembre de un paro cardiaco a los 81 años de edad tras una intervención quirúrgica en la garganta en un centro médico de Nueva York, al que su hija piensa demandar, según la prensa.
AGENCIAS