A los 77 años, Bill Cosby atraviesa el peor momento de su vida. Es que el actor norteamericano fue denunciado por 16 mujeres, que dicen haber sufrido ataques sexuales y reiteradas violaciones por parte de quien fue una de las caras más admiradas por el público de los Estados Unidos.
Actrices, modelos y compañeras de trabajo figuran entre las supuestas afectadas por los incontrolables arranques sexuales del actor cómico que protagonizó una de las series más exitosas de la historia de la televisión norteamericana. Y muchos de los relatos recogidos en las últimas semanas dan cuenta de una maniobra similar por parte de Cosby. Según sus víctimas, el actor las drogaba, lo que provocaba su desmayo, o las dormía con somníferos. Una vez completamente indefensas, el hombre las sometía.
Sin embargo, una nueva teoría salió a la luz en las últimas horas que podría ser utilizada por el artista como una excusa o coartada perfecta para eludir la condena judicial, aunque no la social, de la que ya está sintiendo sus consecuencias.
La teoría habla de una enfermedad psicológica que para algunos especialistas en sexualidad sufren algunas personas con trastornos para tener relaciones «normales» con su partenaire. Se trata de la «somnofilia», la necesidad de una persona de mantener sexo con otra u otro que se encuentre en estado somnoliento o totalmente inconsciente.
Todo surgió a partir del testimonio de la doctora Charlotte Laws, quien contó a la cadena de noticias Fox la experiencia de una amiga suya que estuvo con Cosby en los años 80. «Mi amiga vino a mí perturbada y dijo que él la había drogado y tenido sexo con ella y que ‘no podía decir que no a nada'». La especialista relató, además, que su amiga -de quien no dio a conocer el nombre- terminó su relación con el actor, pero que siguió en contacto con él porque le tenía aprecio. Al tiempo de esa separación, se dio cuenta de que Cosby quería sentir que tenía poder sobre ella y que por eso la dormía.
Fox también consultó con la médica y terapista sexual Judy Kuriansky, quien explicó de qué se trata este trastorno y qué posibilidades hay de que Cosby lo padezca. «Básicamente, esto es una incapacidad para intimar sexualmente de forma normal con alguien y de tener un intercambio con su pareja», señaló la experta en sexualidad y psicóloga clínica. «Por lo tanto, esa pareja necesita estar drogada y semiconsciente para que el otro pueda interactuar. No es cuestión de placer sexual, sino de dominación y control», agregó. Kuriansky señala, además, que hay una diferencia entre tener una fantasía sexual con alguien dormido y concretarla mediante el uso de drogas y pastillas.
Para Mark Griffiths, médico especialista en disfunción sexual de la Universidad de Nottingham Trent, el caso de Cosby no podría ser usado en una corte judicial como coartada. «Creo que usar drogas para dormir a las personas está fuera de ser somnofílico», expresó. Además, contó para Fox lo que él considera un patrón común entre quienes padecen este trastorno y la necrofilia, es decir, tener sexo con cadáveres. «Hay algunas personas que realmente no van a hacer necrofilia, pero que es suficiente para ellos tener sexo con alguien drogado o dormido», añadió Griffiths.
Cosby aún no fue citado o incriminado por estos delitos, muchos de los cuales habrían sido cometidos a partir de los 70.
AGENCIAS