¿Es bueno permanecer juntos por el bien de los hijos?

He escuchado a muchas personas e incluso a profesores míos de la universidad (no sé qué tipo de vida personal tendrían) que no se debe permanecer juntos cuando una pareja se rompe por el bien de los niños, porque de este modo se evita que los pequeños vean cosas que no deben.

Pero independientemente de si los padres están separados o están juntos lo que importa es la actitud que tomen tanto si deciden permanecer juntos como si están separados, porque si van a tratarse mal igualmente, harán del mismo modo daño a los hijos.

Dicen que es mejor para los niños tener dos padres felices separados que estar expuestos a la tristeza, la distancia emocional, los reproches y los conflictos en familia. Y en cierto modo tiene algo de sentido esta explicación.

Pero hoy quiero ir un poco más allá porque después de ver en casos cercanos todo el mal que puede hacer la separación de los padres a los hijos (siempre que es una separación tormentosa), empiezo a ver esto desde otro punto de vista, pero soy consciente de que este tema no está exento de controversia porque que los padres sigan juntos sin quererse tampoco es la opción más acertada, entonces ¿qué ocurre?

Enamorarse es fácil

Enamorarse es fácil, pero cuidar el amor y que dure mucho tiempo es algo totalmente diferente que requiere de grandes habilidades de pareja y sobre todo el entender qué se siente a cada momento, creciendo con cada año que pasa.

Las relaciones suelen fallar sobre todo porque no hay una buena comunicación, porque no se saben resolver los conflictos de manera acertada, porque no hay un compromiso real, y los cimientos de una relación sólida empiezan a tambalear.

Ver también: ¿Cómo es el amor según la edad?

Transformar el matrimonio

Si quisiste tanto a tu pareja como para casarte con él y no hay ningún motivo (como una infidelidad u otros motivos fuertes) como para dejarlo, la buena noticia es que «la piedra siempre está en el fondo» por lo que podrán transformar un matrimonio infeliz y aburrido en otro totalmente distinto, pero tendrán que poner ambos de su parte, y si es necesario acudir a un profesional en parejas.

Los matrimonios rotos pueden sanar, cambiar y mejorar con la ayuda adecuada, incluso sin ayuda profesional si una pareja pone de su parte después con el tiempo puede llegar a ser mucho más felices.

Posibles consecuencias

Pero hay padres que pueden querer a toda costa divorciarse por las circunstancias que les ha tocado vivir y la paciencia ha acabado. Estos padres piensan que los niños estarán bien, pero esto no es así. Dejar un matrimonio con hijos siempre tendrá consecuencias negativas en los hijos.

Todo cambio es difícil y que una familia se disuelva es algo muy duro que sí o sí tendrá unas consecuencias, los niños irán de casa en casa, el dinero se verá repercutido, los padres puede que se critiquen delante de los pequeños (algo totalmente inapropiado), y un etcétera igual de largo que las circunstancias personales de cada uno.

Lo importante es sobre todo que se consiga una felicidad no sólo de pareja y para ustedes, sino y sobre todo por el bien de los niños porque incluso con vidas separadas aunque estén felices, están separados y eso los niños lo sienten. Si no saben que decisión tomar, aconsejo que vayan a un psicólogo de parejas para que los ayude a encontrar la mejor solución para todos.