Muchos niños, cuando van a un pet shop, quedan fascinados con los animales que ven y piden a sus padres que le compren uno (perro, gato, etc.).
Es importante saber que convivir con una mascota es una experiencia de aprendizaje para los niños, ya que, con su cuidado, van comprendiendo conceptos básicos de responsabilidad, delicadeza, y respeto por otros seres vivos y pueden, además, beneficiarse de su compañía, y del cariño que ellos brindan.
Sin embargo, los padres deben tener presente que si hay una mascota en casa, es necesario desarrollar ciertos cuidados. Esto es así ya que todo animal es capaz de transmitir infecciones u otras alteraciones a los seres humanos, especialmente a los niños pequeños, lactantes, mujeres embarazadas, y personas cuyo sistema inmunológico se encuentre debilitado
Consejos para una convivencia sana con la mascota
Por más cuidados que se le den todo ser vivo es portador de gérmenes, bacterias, parásitos y hongos, pero las mascotas tienen una mayor probabilidad de transmisión por su contacto estrecho con sus dueños, y pueden provocar enfermedades, si se reciben mordeduras, rasguños, o cuando no se tiene una buena limpieza del animal y de sus desechos.
Al adquirir una serie de cuidados, se puede evitar la transmisión y el contagio de enfermedades, alergias, o cualquier otro tipo de afección, sin la necesidad de deshacerse del animal:
? Lavarse muy bien las manos luego del contacto.
? Evitar besar a la mascota, y no compartir alimentos con ellos.
? Limpiar con frecuencia la cama (o jaula), recipientes de comida y cajón de excrementos.
? No permitirle el paso a lugares donde se manipulan alimentos.
? Evitar bañarlos dentro de la bañera personal.
? Mantener cortas las pezuñas y el pelaje.
? Proporcionar alimentos nutritivos y agua fresca.
? Peinar a los animales muy peludos, regularmente.
? Llevarlos periódicamente al veterinario, para que reciban sus vacunas.
Consejos adicionales
Para garantizar la comodidad y el bienestar de la mascota y la familia, se deben controlar los problemas relacionados con las pulgas y garrapatas, aplicar remedios indicados por el veterinario, para prevenir o combatir su aparición, y evitar el uso de collares antipulgas si se tienen niños pequeños.
Se debe evaluar el estado anímico de la mascota, ya que, al igual que los humanos, pueden enfermarse y sufrir de afecciones que requieren tratamiento.
Al momento de decidir tener una mascota dentro del recinto familiar, es prudente llevarla previamente al veterinario, quien le administrará las vacunas pertinentes y le hará una exploración física para saber su condición.
De esta manera, se garantiza un sano desarrollo del animal, y se reduce la probabilidad de que se puedan transmitir enfermedades a los miembros del hogar. Es muy importante velar por la salud de la familia, y garantizar que no se vea afectada por la presencia de la nueva mascota.