Tener que salir de casa y dejar a tu niño llorando porque no quiere que te vayas, puede ser una de las experiencias más angustiantes y que más culpa te generen como mamá. Sin embargo, no hay otra alternativa a excepción de conocer la mejor manera de afrontarlo. No pierdas detalle y sigue leyendo.
Siempre despídete antes de irte
Algunos padres aprovechan a que sus hijos están distraídos para salir de casa sin que éstos se den cuenta; sin embargo, puede ser perjudicial para ellos ya que la situación crea una especie de incertidumbre y temor, es como si de pronto sintieran que en cualquier momento sus padres pueden desaparecer. Por eso, es mejor que tu hijo sepa que te has ido, despídete antes de salir y dile que luego regresas.
Saber llevar la situación
Lo recomendable es que unos 20 minutos antes de irte le digas a tu niño que tienes que salir; no lo hagas antes, ya que podrías generarle ansiedad de forma anticipada. Es bueno que un rato antes de que salgas lo pongas en conocimiento para que pueda ir haciéndose a la idea. Recuerda que los niños pequeños no tienen noción del tiempo, no saben cuántos una hora o cuatro, así que intenta hablarle de tal forma que comprenda, diciéndole que no tardaras mucho o que antes de que sea de noche vuelves. Si llora no lo consientas demasiado y trata de no conmoverte, muéstrate fuerte y respira profundo.
Hazle un simulacro
Esto a veces suele funcionar ya que bajas la situación a nivel de un juego. Toma un coche de juguete y haz un recorrido diciéndole que dentro del coche estás tú conduciendo y muéstrale todas las paradas que tienes que hacer antes de volver a casa, por ejemplo ir a la farmacia, luego al correo, después al supermercado y dile que al terminar regresarás a casa. De este modo tu hijo podrá entender mejor que necesitas estar tiempo afuera.
Prepara sus juguetes
Es bueno que tu niño esté entretenido o jugando siempre que tú salgas para que le sea más fácil separarse de ti. Si lo tienes en brazos hasta último momento, lo más seguro es que acabe llorando.
Cuando decides que es hora de irte, despídete sin más y vete pronto, no des lugar a que reaccione o comience a llorar, de ésta forma se le pasará más pronto.
Sin dudas salir de casa y dejar a nuestros hijos llorando no es nada agradable, nos dan ganas de quedarnos a su lado, pero debemos continuar con nuestros quehaceres y ellos deben aprender a estar sin sus padres por algunos momentos del día. Pon en práctica estos consejos y poco a poco tu hijo aprenderá cuándo es momento de que te quedes junto a él y cuándo de que te marches por unas horas.