Afeitarse las piernas o debajo de los brazos puede ser un trastorno, sobre todo si se realiza con cuchilla. Si te sueles depilar de esa manera pero no estás conforme con los resultados, no dejes de leer el siguiente artículo que te quitará muchas dudas.
Comienza con la piel mojada
Empezar con la piel mojada suavizará el pelo y hará más sencilla la tarea de la afeitada, disminuyendo el riesgo de irritación. Por lo tanto, es conveniente que dejes que tu piel esté mojada por lo menos durante 5 minutos antes de comenzar.
Elige el mejor jabón para tu tipo de piel
Puede ser una gran tentación utilizar el primer jabón que tengas a mano, pues muchas veces no está formulado para tu tipo de piel o para dejarla suave y libre de vellos. Inclusive, si no seleccionas el jabón adecuado, es muy probable que las cuchillas te corten y la piel se irrite o se lastime. Para evitar eso, puedes optar por una formula de manteca de karité o de crema hidratante para proteger tu piel. Si tu cutis es sensible, evita las fórmulas con colorantes o fragancias. Lo ideal es utilizar un jabón neutro, en lo posible de glicerina y sin aroma.
Cuida tu maquinilla
La cuchilla oxidada hará que el afeitado no sea del todo favorable. Es importante que adquieras maquinillas descartables y las deseches luego de utilizarlas. Cuanto menos esfuerzo pongas en el afeitado, mucho mejor será el resultado pues la maquinilla poseerá en ese caso el filo adecuado. Lo mismo ocurre con las veces que te afeitas, pues cuanto menos pasas la cuchilla por el mismo lugar, menos irritada se sentirá tu piel y mejor será el resultado.
Cómo proceder
En el caso de tus piernas, comienza en el tobillo y pasa la cuchilla en movimientos largos y suaves de forma ascendente. No olvides comprobar con tus manos si quedó algún área con vello. Recuerda afeitarte también los pies y los dedos con mucho cuidado, pues es una zona muy sensible.
En el caso de las axilas, esto puede ser un poco más difícil de conseguir, pues el pelo no crece siempre para el mismo lado. Asegúrate que te afeitarás en todas las direcciones. Para facilitarte la tarea, tensa la piel y eleva tu brazo al mismo tiempo que pasas la cuchilla suavemente por la piel.
Como verás, afeitarse con cuchilla y no morir en el intento es muy sencillo y es posible. Solo sigue estos consejos y verás que tendrás el éxito asegurado. Cuéntanos los resultados y no dudes en hacer un comentario.
