El swinging se trata de una actividad sexual no monógama practicada en pareja. Se busca que la pareja reconozca y amplíe su horizonte en el sexo con actividades eróticas realizadas entre tres o más parejas.
Existen incluso muchos clubes específicos para parejas swingers y es una actividad que cada vez más se animan a practicar. Pero como todo, tienes sus ventajas y sus desventajas ¡No te las pierdas!
Pros
Fortalece la pareja
A diferencia de lo que se suele pensar, el llamado swinging logra fortalecer la relación. Esto se debe a que la pareja es capaz de hablar y cumplir mejor sus fantasías y eso los impulsa a llevar una relación más saludable.
Muchas parejas aseguran que a pesar de que ser swingers implica mantener la intimidad con otras personas, les ha permitido conectarse mejor entre ellos y mantener sus sentimientos más profundos.
Más energía sexual
Hay diferentes maneras de impulsar y aumentar la energía sexual en la pareja y los encuentros de swingers son una gran manera de lograrlo. La energía sexual se experimenta en el lugar y las parejas se sienten más libres y desinhibidas.
Los recuerdos permanecen
Las experiencias de las parejas en los encuentros de swingers permanecen y quedan registrados en su intimidad. Y eso es una manera de fomentar un mayor contacto sexual y de disfrutar con más placer de la intimidad de la pareja teniendo presente las experiencias que ambos vivieron en dichos encuentros.
El sexo se vuelve menos tabú
La existencia de los swingers (que cada vez aumenta más) genera que el debate sobre el sexo, la comunicación en la pareja sobre animarse a nuevas prácticas y el deseo de cumplir y manifestar las fantasías ayuda a que la pareja pueda conectarse desde otro nivel.
Incluso que puedan compartir determinadas cosas íntimas sin sentirse juzgados o con vergüenza.
Contras
Inseguridades
El planteo de uno de los dos de probar esta experiencia puede generar inseguridades en el otro. No solo por el hecho de temer que nuestra pareja no nos encuentre deseables o atractivas sino además por lo que implicaría el hecho de dejar la monogamia para disfrutar el sexo con otras personas que pueden ser completos desconocidos.
Si uno de los dos no se siente cómodo con esta práctica, hay que conversarlo y tomar una decisión que les sirva a ambos. De lo contrario, ir para complacer al otro puede terminar perjudicando la relación.
Consume tiempo
La realidad es que el swinging es una experiencia que consume tiempo. No solo se trata de preocuparte por agradar a tu pareja con la que ya llevas tiempo sino que además debes, de cierta manera, volver a seducir y conquistar.
Y si bien puede ser muy bueno para animarte y subir el autoestima también puede generar más inseguridades, temores y estrés.
Puede generar celos
Por más que la pareja lo haya hablado y discutido con anterioridad, no saben realmente lo que van a sentir hasta el momento del encuentro. Y si bien el hecho de ver a tu pareja con otra mujer puede resultarte estimulante, también puede generarte celos e incomodidad. Y eso en vez de beneficiar a la pareja puede terminar ocasionando discusiones y peleas.
Antes de sugerir este tipo de prácticas es bueno considerar sus pros y sus contras y evaluar realmente cómo te sentirías al respecto, si es algo que crees que sería bueno para los dos y para la relación; discútelo con tu pareja, evalúen sus opiniones y tomen sus decisiones a conciencia.
Lo que hagan debe ser para beneficio de ambos y no de uno solo o corriendo el riesgo de arruinar la relación.