Imagina que dejas de respirar durante más de 10 segundos, a veces incluso hasta un minuto, y esto varias veces en una hora, y así todas las noches. Imagina que cada vez que esto ocurre, el cuerpo se despierta para retomar el aliento.
Pues bien, esto es lo que viven cada noche las personas que sufren una apnea del sueño, la mayoría del tiempo sin saberlo. Una enfermedad que puede tener consecuencias graves, sobre todo cuando se ignora que se sufre personalmente.
Hoy te enseñamos a detectar una apnea del sueño para, luego, poder hacer todo lo posible por solucionar este problema. ¿Quieres saber si sufres de este problema?
Una enfermedad crónica
Suele ser muy corriente; la apnea del sueño sigue siendo, sin embargo, algo desconocido. Se caracteriza por una parada respiratoria frecuente durante el sueño que dura más de diez segundos, y puede llegar a los 45 segundo, o incluso un minuto.
En el 90% de los casos, las apneas son llamadas obstructivas: son las paredes de la faringe las que impiden que el aire penetre. Al retomar la respiración, se hace de manera ruidosa, pagando el precio de un esfuerzo y eventualmente el de un minidespertar.
La persona que sufre de apnea duerme poco y mal, pero sin darse cuenta. A este ritmo, no conoce el sueño profundo, el más reparador. Resultado: incluso después de lo que parece ser una larga noche, se despierta agotado y tiene somnolencia durante gran parte del día.
Problemas derivados de la apnea
La apnea del sueño afecta a muchas personas en el mundo, pero sólo una pequeña parte son tratadas. Sin embargo, esta enfermedad no es anodina: si no se trata, puede ser responsable de muchas otras enfermedades, de accidentes y de muerte prematura.
Una de las primeras consecuencias: la hipertensión. Es la privación de sueño profundo lo que conlleva esta subida de tensión. Sin embargo, la apnea afecta principalmente a hombres en edad madura que ya presentan una tensión alta. Así pues, la apnea viene a incrementar significativamente los riesgos de infarto, de accidentes cardiovasculares y de problemas circulatorios.
Por otra parte, la apnea agrava también la diabetes. Las personas que sufren una apnea suelen ser personas con sobrepeso, lo que de hecho ya supone un problema diabetógeno. Si embargo, cuando falta sueño, la persona se siente cansada y para llenarse de energía suele inconscientemente comer azúcar. Se tiene la impresión de que comiendo snacks y golosinas se está más despierto. Así pues, se trata de un círculo vicioso del que conviene salirse lo antes posible.
Si tienes una apnea del sueño, lo mejor que puedes hacer es consultar con tu médico para que te recomiende el tratamiento más indicado según qué sea lo que la causa. De esta forma, podrás por fin descansar bien, y eso se notará en todo tu organismo.