Según científicos del Instituto Carnegie de Washington, es probable que el satélite natural de la Tierra tenga entre 4.400 y 4.450 millones de años, unos 100 millones menos de lo que se estimaba.
A pesar de ser el cuerpo celeste más cercano del cosmos, la ciencia aún no ha determinado con exactitud cómo y cuándo se formó. La teoría más aceptada es que un enorme planeta en formación se incrustó en la Tierra primitiva y generó una enorme explosión que lanzó una gran cantidad de magma al espacio. De acuerdo a este escenario, la Luna se formó a partir de este material, que se enfrió y se solidificó en diferentes componentes minerales.
Muchos investigadores intentan comprender mejor cómo ocurrió este choque planetario, pero a Richard Carlson, autor de este estudio, le intriga cuándo pasó. Este es uno de los temas que discute esta semana en Londres la Royal Society en sus jornadas dedicadas al origen de la luna, donde Carlson presentó su trabajo.
«Conocemos bien la edad del Sistema Solar: 4.568 millones de años. Por lo tanto la Tierra puede haber tenido dos fases de vida, una antes de impacto gigante y otra después, modificada por este evento», explicó el científico al periódico Los Ángeles Times.