La reciente apuesta de la industria automovilística por la propulsión alternativa nos está mostrando una curiosa tendencia en uno de los componentes más cruciales de cualquier vehículo: sus neumáticos.
Éstos, lejos de seguir la tendencia de aumentar su sección y diagonal a cada nueva generación, están reduciendo su anchura a proporciones mínimas muy llamativas que ofrecen una ruptura total con la que parecía una tendencia obligada del mercado.
Los neumáticos del mañana son más altos y menos anchos y, aunque existen connotaciones de diseño que defienden aspectos de esta nueva tendencia según firmas como BMW, existen otros muchos factores que encuentran en esta nueva fórmula la mejor manera de entender el vehículo eficiente.
Bmw i3 y Peugeot 208 híbrido, son los más claros ejemplos de que este tema no es sólo una moda pasajera.
Estos neumáticos desarrollados en exclusiva por Michelin, un diseño prototipo, respondían a las necesidades de un vehículos que finalmente ha conseguido homologar un consumo de 1,9 l/100 Km.