Las causas de esterilidad son varias y pueden provenir tanto del hombre como de la mujer, aunque la incidencia es un poco mayor en la mujer. La esterilidad puede ser relativa o absoluta. La primera es la incapacidad de procrearse, y la segunda es aquella en la que mediante un tratamiento adecuado se puede llegar a resolverse.
Los estados emocionales y mentales negativos, las preocupaciones o el trabajo mental excesivo pueden provocar una condición de esterilidad pasajera. Así como la alimentación antinatural, la falta de vitaminas, especialmente del tipo A, B y E, las intoxicaciones crónicas, el hábito de fumar, la alcoholemia, las drogas medicamentosas, la obesidad, la diabetes, la alteración de las glándulas internas, la desnutrición o la falta de sueño son otras causas de la presencia de esterilidad.
Tienes que visitar a tu médico lo antes posible para saber cuáles son las causas de la esterilidad. Por eso tiene que acudir tanto el hombre como la mujer, para saber quien la padece.
Hay que combatir las posibles causas perjudiciales mencionadas anteriormente y que pueden contribuir a la esterilidad.
Tienes que seguir una alimentación lacto-ovo-vegetariana en los que a cortos períodos hagas una alimentación crudívora purificadora y alternes un día frutas frescas del tiempo y otro día comas verduras crudas.
También puedes tomar algún huevo crudo y requesón con miel.
Es muy importante que en la dieta abunden las vitaminas, especialmente la A, B y E.
La vitamina más eficaz es la E y la podemos encontrar en el trigo integral, el germen de trigo, los copos de avena, en las espinacas, las acelgas, las lechugas, las escarolas y los dientes de león.
Son muy recomendables los jugos de vegetales crudos como el apio, la lechuga, la berza, la zanahoria y la remolacha roja.
También son muy positivos los zumos de frutas frescas, especialmente los de manzana, pera, pomelo, limón, fresa, melocotón y naranja.
Tienes que evitar el tabaco, el alcohol y el café, pues se trata de productos que afectan al estado nervioso y psíquico de la persona.
Debes de tomar un baño vital dos veces al día, uno por la mañana en ayunas al levantarse y el otro una hora antes de cenar. Cada baño ha de tener una duración de cinco minutos.
Para tomarse el baño es necesario que la habitación esté templada y que tengas los pies calientes.
Resulta eficaz realizar una cura de sol todos los días de manera gradual. Tienes que empezar por tomar el sol durante 10 minutos e ir aumentando el tiempo de exposición al sol hasta llegar como máximo a una hora.
A lo largo de las curas de sol intenta mantener tu cabeza a la sombra.
Tienes que mantener relaciones sexuales con tu pareja en el período de ovulación durante varios días, y descansar el resto del mes.
Evita las preocupaciones, el temor, las discusiones, así como el espíritu de acusación.
Intenta aligerar un poco la carga del trabajo y haz reposo en cama durante los días de ovulación.
Te recomendamos que des largos paseos y hagas ejercicios, tanto de gimnasia suaves como ejercicios respiratorios.
Si presentas inflamación de la matriz debes de aplicarte una compresa de agua fría sobre el vientre, así conseguirás desinflamar la matriz, los ovarios y/ o las trompas.
En cambio, si presentas dolores agudos tienes que aplicarte compresas calientes de agua de manzanilla para que actúen como calmantes.