Según Linda Blair, psicóloga clínica y autora de «Straight Talking», unos cuantos segundos son suficientes para que los demás nos juzguen cuando nos encontramos por primera vez. «No es un proceso consciente, así que ni siquiera notamos que lo hacemos… pero es parte de nuestra herencia primitiva, cuando no podíamos permitirnos tomar malas decisiones o tardar mucho en actuar».
Judi James, autora del libro «La Biblia del Lenguaje Corporal», está de acuerdo: «Juzgar a los demás en los primeros siete segundos de un encuentro en el que los conoces, es parte de nuestros mecanismos de supervivencia». Así que, aunque puedan interponerse nuestros prejuicios a la hora de hacer un análisis fugaz y automático, no podemos dejar de hacerlo.
primera_impresion»Lo primero que averiguamos es si debemos sentirnos amenazados, e inmediatamente después realizamos juicios de atractivo y personalidad», continúa la experta. «Como siempre estamos escasos de tiempo, nos tomamos este atajo… y como dicen, no hay una segunda oportunidad para una primera impresión».
También advierte que aunque podemos juzgar instantáneamente a los demás, lo mismo ocurre en la otra dirección; por lo que llegar a una reunión emitiendo señales de timidez, ansiedad u hostilidad, lo más probable es que eso matice la percepción de quienes nos rodean sobre nuestra personalidad.
Es por ello que siempre deberíamos cultivar el ser auténticos y mantenernos calmados -ni ansiosos ni altaneros- en cualquier situación.
¿Cómo podemos pasar la prueba de los siete segundos? Aquí algunos tips:
– Judi James sugiere respirar profundo para liberar ansiedad y revisar el propio atuendo justo antes del momento de la presentación (Hazlo disimuladamente, podrías proyectar inseguridad si te ven)
– Pararse derecho es importantísimo, pues unos hombros caídos son propios de la gente desinteresada o pusilánime.
– Karen Gillian, consultora en imagen, nos recomienda apagar el teléfono. (Ya sabemos el efecto que puede tener en una primera impresión)
– Una sonrisa auténtica, sin forzarla, te llevará lejos. No olvides que debe ser una sonrisa lenta.
– Si tienes una cartera, asegúrate de llevarla en la mano izquierda. Si la mantienes en laderecha, ésta se sentirá húmeda al dar la mano.
– Presta absolutamente toda tu atención a lo que la otra persona te dice, ¡Y lo más importante es su nombre! Si no lo escuchaste bien, pide que lo repita. Asegúrate de no tener que preguntárselo de nuevo más tarde… ¡Sería atroz!
– Anne Nicholls, experta en comunicación, sugiere que no invadas el espacio de la otra persona demasiado pronto. Un poco más de la distancia de tu brazo estirado, es lo normal.
– Usa gestos abiertos, en vez de cruzar tus brazos o tus piernas a nivel de los tobillos.