Hace algún tiempo la liberal BBC reportó que un chimpancé se desempeñaba tan bien como un niño japonés promedio de preescolar en ciertas pruebas de «números.». Aparentemente, un chimpancé puede ahora recordar la secuencia correcta de los números. Pero la verdad es que si los chimpancés fueran más antiguos que los humanos en el llamado «árbol evolutivo», cualquier chimpancé debería ser más inteligente que cualquier humano.
No existe una relación evolutiva entre los humanos y los chimpancés. La ciencia, por ejemplo, demuestra que la estructura del ADN de los chimpancés no ofrece evidencia biológica de que estén cercanamente relacionados a los humanos. Aun si el ADN mostrara alguna similitud, eso no significaría mucho. Permítanme darles un ejemplo: Una nube está conformada casi en un 100% por agua, ¿de algún modo está relacionada con un melón, que es 98% agua? No son las similitudes las que importan, sino las diferencias significativas entre humanos y chimpancés.
Se espera que existan similitudes entre los seres vivos de la naturaleza
La Biblia nos dice que Dios creó a los animales de la tierra:
«Luego dijo Dios: «Produzca la tierra seres vivientes según su especie: bestias, serpientes y animales de la tierra según su especie». Génesis 1:24
También se nos dice que Dios creó al hombre del polvo de la misma tierra de donde los animales fueron creados:
«Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, sopló en su nariz aliento de vida y fue el hombre un ser viviente» Génesis 2:7
De esta supuesta progresión no se ha encontrado NUNCA fósiles de los 4 seres del centro. ¡Nunca! Lo que ven aquí solamente se encuentra en los desvaríos y las mentes artísticas de evolucionistas. Pero si esto sucedío… ¿No se supone que los museos estén llenos de fósiles de los 4 seres del centro?
Es de esperar que todo en la naturaleza tenga muchas cosas en común. Por ejemplo, todos los seres, vivos e inertes, estamos hechos de partículas diminutas llamadas moléculas y el mundo sub-atómico es extremadamente similar a través del amplio espectro de los componentes que forman el universo.
¿Quién está más avanzado en la línea evolutiva?
Es posible que hayan escuchado la historia de un loro que puede rivalizar con los chimpancés en su capacidad de raciocinio. Pero, ¿no se supone que los pájaros son nuestros primos cercanos de evolución y tienen cerebros mucho más pequeños que los chimpancés? Se supone los pájaros deberían ser mucho más inteligentes que los chimpancés. ¿Por qué experimentar con los monos… y no comenzar con las aves?
La próxima vez que vaya a un zoológico y vea un chimpancé, piense porqué los chimpancés y los monos son algo similares a nosotros, todos somos producto del mismo diseñador y hechos de la misma materia prima. Pero Dios creó a las personas aparte de los animales, con increíbles capacidades mentales y de comunicación. Vamos… ¡Adelante! Haga una pregunta al guía del zoológico: ¿Por qué no piensan estos animales? La creatividad de los evolucionistas hay que encomiarla. ¡Este árbol evolutivo no existe, sin embargo, creen en él!
Fuimos creados de esa manera para que pudiéramos estar en comunión con nuestro Creador. Los animales y el resto de la naturaleza fueron creados para servirnos a nosotros como utensilios. Debemos cuidarlos, pero nosotros somos los amos.
¿Qué de otros relatos de la creación que tienen otras culturas antiguas?
En la Biblia, Dios hace algo muy peculiar. Cada vez que Él creaba algo decía que ese algo había sido creado, indicando que todo quedaba bajo el dominio de su Creador. En el caso de los animales mayores, tales como los dinosaurios y demás monstruos marinos, vemos que son mencionados para indicar que también ellos han sido creados por Dios y están bajo su dominio. Aquí radica una de las principales diferencias entre este relato y el más famoso de los mitos babilónicos de la creación, según el cual la creación del mundo estuvo precedida por el nacimiento de varias generaciones de dioses y por la victoria del dios Marduc sobre el monstruo marino que era la personificación del caos originario. Por el contrario, Génesis habla de un único Dios, que existe desde siempre y que por sí mismo crea el universo con el poder de su palabra y por tanto el mundo y TODA LA CREACIÓN está bajo su dominio. Como todo lo que existe ha sido creado por Dios, ya no queda lugar para adorar a los fenómenos de la naturaleza o a cualquier otro ser animado o inanimado.
Cuando dudamos del Libro de Génesis y del Creador, en realidad somos culpables de lo siguiente:
«Por lo tanto, no tienen excusa, ya que, habiendo conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias. Al contrario, se envanecieron en sus razonamientos y su necio corazón fue entenebrecido. Pretendiendo ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por imágenes de hombres corruptibles, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles…» Romanos 1:22-23
De estos monos-hombres no existe un sólo fósil. Por eso recurren a ilustrar lo que ellos CREEN que sucedió. ¡Es fe!
La naturaleza misma, la creación sinfónica y organizada, el orden establecido como por fuerzas invisibles, la cadencia con que suceden las leyes naturales, la asombrosa complejidad de los procesos químicos, la vibrante variedad de la vida, los ciclos descubiertos, pero apenas entendidos por la ciencia, de la naturaleza, son evidencias que nos dejan «sin excusa». La Biblia concluye que una vez pensamos en estas cosas, deberíamos «conocer a Dios», pero que en vez de hacerlo, «no lo glorificamos ni le damos gracias, sino que nos envanecemos con nuestros propios razonamientos y por tanto nuestro corazón se ha entenebrecido». Con nuestros grandes diplomas y títulos universitarios, pretendemos saber más que el Creador y sin embargo, Dios nos llama «necios» cuando en vez de alabarlo y darle gloria a Él, caemos en el error de «adorar a imágenes de aves, de cuadrúpedos y reptiles» como que si estos fueran Dios.
Si usted es estudioso de la ciencia y no cree en Dios, usted «no tiene excusa». Por bueno que usted sea, por bien intencionado que usted sea, usted «no tiene excusa», por educado que usted sea, usted «no tiene excusa», por dadivoso y piadoso que usted sea, usted «no tiene excusa». Ninguno de nosotros tiene excusa, ya que todos hemos pecado. El único diploma que nos servirá para lograr paz y salvación es el que diga: «Limpio por la sangre de Jesús». Si usted no tiene ese diploma, es hora de comenzar a contemplar la posibilidad real de cambiarse de entidad educativa.