Cada vez más gente que se somete a tratamientos para «quitarse las ojeras». Cremas, inyecciones, láser, rodajas de pepino, ungüentos de yogur y antifaces fríos. Las ojeras pueden dar aspecto de estar enfadado o enfermo y hay incluso personas obsesionadas con su aspecto. Otras las aprecian como un rasgo estético distintivo. En general se considera que reflejan la fatiga por haber dormido poco.
O al menos eso se cree porque según explica Almudena Royo, doctora de estética, tener ojeras es sobre todo una cuestión de genética. Y aparte de la fatiga, hábitos como dormir demasiado, dormir boca abajo o llevar una vida poco saludable, las acentúan.
«Las ojeras salen a causa de la disposición anatómica del seno venoso», dice la doctora. Son un rasgo natural que aparece porque en la zona infraorbitaria, bajo el párpado inferior, «la piel es cinco veces más fina que la del resto del cuerpo y allí se acumula sangre venosa poco oxigenada, de color azulado. Por lo tanto, por transparencia, se ve la piel más oscura».
Y aunque «con eso se nace», hay hábitos que pueden acentuar la notoriedad de este rasgo. El principal es el cansancio: «incrementa las ojeras porque el organismo está sometido a una fatiga que hace que los sistemas periféricos de circulación hagan peor el intercambio gaseoso». Como resultado, la sangre azulada y poco oxigenada se acumula en una zona «que ya de por sí es difícil de drenar».
Entonces, ¿dormir mucho es una forma de eliminar las ojeras? No necesariamente. Incluso, «hay gente que duerme mucho y tiene más ojeras, porque durante las horas de sueño se activan menos los músculos orbiculares de los párpados, y así no se estimula el drenaje».
Dormir boca abajo
Según explica Antonia Banda, médico estético en la Clínica Menorca,las ojeras son como un termómetro de la salud: «todos los malos hábitos que afectan al estado general acentúan las ojeras». Entre estos, «dormir poco, llevar una mala alimentación, fumar y beber alcohol», junto con problemas renales, de eliminación de líquidos y déficits de vitaminas, oscurecerán la mirada.
Por eso, cuando las personas se resfrían o sufren sinusitis, el sistema de drenaje que conecta la nariz con las ojeras funciona aún peor y este rasgo se acentúa aún más. Y hechos tan cotidianos como la postura en la cama también tienen su influencia, según explica la doctora Banda: «por dormir boca abajo se tienen mas ojeras. El líquido tiende a acumularse y la zona se oscurece». Frotarse los ojos con fuerza, desgasta y lesiona la piel y por eso tampoco es recomendable.
AGENCIAS