Kanye West hizo la peor grosería de su carrera. La historia comenzó cuando el rapero amenazó con detener su concierto en Sidney, Australia, luego de invitar al público a ponerse de pie y advertir públicamente que dos admiradores aún permanecían en sus respectivos asientos, sin saber que ambos no podían levantarse por impedimentos físicos, ya que uno estaba en silla de ruedas y el otro tenía una pierna prostética.
«No puedo cantar esta canción. No puedo hacer este concierto hasta que todos se levanten. A menos que tengan un pase de discapacitados y tengan un pase especial de estacionamiento y esa basura». «Voy a verlos si no están parados. Soy muy bueno en eso», aseguró West hasta que vio a dos personas que aún no habían cumplido su capricho de incorporarse.
Kanye comenzó su canción «The Good Life», sin embargo la interrumpió para lanzar una crítica contra el segundo fan, que aún no se había puesto en pie. «Esta es la mayor cantidad de tiempo que he tenido que esperar para comenzar una canción, es increíble», aseguró.
El público trató de hacer entender al cantante que el hombre al que tanto criticaba también estaba discapacitado, el concierto no se reanudó hasta que un escolta de West fue a cerciorarse de que dijera la verdad. Sin disculparse, West simplemente confirmó que si el fan estaba en una silla de ruedas entonces las cosas «estaban bien».
AGENCIAS
