Todo el mundo necesita agua para vivir. Beber agua es un acto sencillo y esencial, pero ¿se conoce realmente lo que es el agua? ¿Es necesario beber al día al menos ocho vasos de agua? ¿El agua adelgaza? ¿Es peligroso beber mucha agua? Veamos lo que se debería saber sobre los beneficios del agua con el fin de desenmascarar algunos mitos y reconocer las verdades relacionadas con este líquido tan preciado.
El agua: una necesidad
1. Los ocho vasos de agua al día
No todo el mundo debe beber ocho vasos de agua al día. A pesar de que el agua es un líquido muy fácil de encontrar y el más económico para hidratarse, la última recomendación en vigor del Instituto de Medicina de los Estados Unidos precisa que las mujeres deberían beber ocho vasos al día, y los hombres doce vasos de cualquier tipo de líquido, no solo agua.
Recordemos que los alimentos frescos (frutas y verduras) contienen mucha agua por ejemplo: la sandía, las fresas, los melocotones, los tomates, los pepinos. El volumen de líquido aportado por estos alimentos ricos en agua cuenta tanto como los vasos de agua. Además, estos alimentos aportan también muchas vitaminas, minerales, y oligoelementos.
Algunos expertos piensan que la creencia de que hay que beber ocho vasos de agua al día como mínimo procede de los antiguos aportes nutricionales recomendados por día de agua. Las nuevas recomendaciones en materia de consumo de agua son más generosas e incluyen consejos para un consumo total de líquido que no está basado exclusivamente en el agua.
2. El agua para eliminar las toxinas del cuerpo
No hay nada más cierto que esto. A pesar de que el agua no neutraliza necesariamente las toxinas, los riñones utilizan el agua para desprenderse de ciertos residuos corporales. Si no se bebe suficiente agua, los riñones no disponen de la cantidad de líquido de la que tienen necesidad para hacer su trabajo correctamente.
Si el cuerpo no recibe el agua suficiente, entonces los residuos metabólicos no se eliminan con tanta eficacia. Es en estos casos que el cuerpo corre el riesgo de retener las toxinas en vez de expulsarlas. No obstante, el cuerpo debe proceder a la expulsión de toxinas cada día, con el fin de conservar una buena salud.
3. Agua embotellada y caries dental
El agua embotellada (muchas veces mal llamada agua mineral) por sí misma no provoca caries dental, pero habitualmente este tipo de agua no contiene flúor (un oligoelemento). Beber solamente agua embotellada puede contribuir a la formación de caries dental porque la falta de flúor hace que el diente se vuelva más sensible y más susceptible de verse afectado por una caries.