¿Son los cigarrillos electrónicos malos para tu salud? Poder conocer la verdad al respecto es importante, más que nada para aquellas personas que desean acabar con el hábito de fumar, y recurren a una alternativa que se supone es saludable; el problema está ahí: «se supone».
Los organismos relacionados con alimentos y drogas proponen regular estos cigarrillos junto a los habituales, sin embargo, hay quienes no están de acuerdo. Sigue leyendo para enterarte si los cigarrillos electrónicos son perjudiciales.
Qué dicen los profesionales
El vapor que arrojan los cigarrillos electrónicos posee nicotina, agua, glicerina y propilenglicol, y lo recomiendan como un método saludable para dejar de fumar.
Sin embargo, organismos como la FDA aseguran que el vapor tiene otros compuestos que nadie reconoce y se encuentra investigando al respecto.
Los entendidos en el tema dicen que durante los primeros 5 minutos en que se utiliza el cigarrillo electrónico, este es más seguro que el cigarro tradicional e industrial, pero que pasado ese tiempo no se sabe los efectos que puede ocasionar en los pulmones.
Parece ser que estos dispositivos son menos efectivos que otros sustitutivos de los cigarrillos, como podrían ser los chicles o parches de nicotina.
Según el Dr. Stanton Glantz, profesor en la Universidad de California en San Francisco, los fumadores pasivos también absorben partículas ultra finas provenientes de la nicotina que contienen la mayoría de los cigarrillos electrónicos.
Datos preocupantes
Si bien cada marca es diferente, de acuerdo al científico Dr. Prue Talbot y su equipo de la Universidad de California, en los cigarrillos electrónicos se han encontrado componentes como metales entre ellos, estaño, cobre, platino y níquel, algo que si bien se halla en forma de nano partículas, puede ser igual de peligroso ya que estas, debido a su tamaño, pueden acceder fácilmente al sistema respiratorio y desplazarse por el torrente sanguíneo.
En sitios como Arizona, la venta de cigarrillos electrónicos a menores es ilegal; es importante que esta actitud se traslade al resto del mundo, y por eso se pide la regulación por parte de la FDA. Hoy, millones de jóvenes tienen acceso a la libre compra de estos dispositivos que, según muchos creen, son inofensivos, pero como vemos esto aún está por verse.