El lenguaje corporal es una de las armas para coquetear más antiguas y contundentes.
De hecho, se calcula que entre 60 y 70% que comunicamos a las personas se trasmite por medio del lenguaje no verbal, que suele ser más significativo que las palabras.
El intercambio de miradas es, quizás, una de las armas para coquetear más primitivas. Para algunos es, incluso, hasta sofisticado porque lo que puede decirse con los ojos y en silencio, abre paso a un sinfín de sentimientos y emociones que giran a gran velocidad.
Para el sexólogo Iñaki Lajud, todos tenemos técnicas de seducción: la risa, la timidez, los cumplidos o la sensualidad. «Sólo debemos conocernos de antemano para saber qué parte mostrar. Hay que tener empatía, escuchar y leer las señales corporales de acercamiento y alejamiento.