Profundo dolor en el fútbol argentino. Alejandro Sabella murió este martes a los 66 años a causa de un virus intrahospitalario que complicó su cuadro de cardiopatía aguda.
En las últimas horas su salud se había complicado y no podía respirar por sí mismo. Finalmente, después de una leve mejoría, perdió la vida tras luchar en su internación que empezó el pasado 25 de noviembre, el día del adiós a Diego Armando Maradona.
Desde el ICBA Instituto Cardiovascular informaron a través de un parte médico que “falleció (…) como consecuencia de su diagnóstico de cardiopatía dilatada secundaria a enfermedad coronaria y cardiotoxicidad de larga data”.
Si hay una coincidencia general en el ambiente del fútbol es que Sabella, de una zurda exquisita como jugador hasta haberse acercado demasiado al título mundial con la selección argentina antes de caer en el alargue ante Alemania en Brasil 2014 como entrenador, es alguien muy respetado por sus actos a lo largo del tiempo, y tratando siempre de mantener un bajo perfil.
Nacido el 5 de noviembre de 1954 en Buenos Aires, con origen de clase media (padre ingeniero agrónomo y madre maestra de escuela), reconoce que nunca tuvo que trabajar y que pudo dedicarse a estudiar y llegó hasta segundo año de Abogacía en la Universidad de Buenos Aires (UBA) cuando su ingreso al profesionalismo en el fútbol le quitó tiempo para continuar. “En verdad me gustaba más la medicina, pero me metí en Derecho porque me permitía estudiar en mi casa”, se sinceró una vez.
"Brasil 2014":
Por quienes recuerdan el Mundial en el que Alejandro Sabella dirigió la Selección Argentinapic.twitter.com/gPSR7YtYtv— ¿Por qué es tendencia? (@porquetendencia) December 8, 2020