Estás muy enfocada en tu trabajo, cuando de pronto sientes que un hilo tibio se desprende de tu nariz. Llevas tu mano a la zona para ver de qué se trata y constatas que tus dedos están pintados de rojo: tu nariz está sangrando. Esto puede atribuirse a la sequedad del aire, alergias o resfriados, pero también a la hipertensión.
Los sangrados y la hipertensión
Pues, así es: los sangrados en la nariz son también un síntoma de presión arterial alta. Pero, ¿cómo es que se vincula el consumo de sal con los sangrados? Bueno, para empezar, la sal contiene sodio. Este es un mineral que hace que el cuerpo retenga fluidos. Y es la acumulación de estos la responsable de incrementar la presión arterial y de, eventualmente, generar hipertensión. Por tanto, si has experimentado sangrados en la nariz de forma recurrente, para las antenas; puede que tengas presión arterial alta.
Otros síntomas de la hipertensión
La hipertensión es conocida como la «enfermedad silenciosa», dado que la mayoría de las personas que la padecen no experimentan ningún síntoma llamativo. Entre los más frecuentes se encuentran: dolores de cabeza, mareos y, como ya mencionamos, sangrados en la nariz. Ahora bien, es fundamental que no subestimes a esta enfermedad el hecho de que no tenga manifestaciones claramente perceptibles no la convierte en inofensiva. De hecho, si la hipertensión no recibe el tratamiento adecuado, puede desembocar en ataques cardíacos e incluso la muerte.
Por tanto, si detectas alguno de estos síntomas en tu organismo, no te descanses; visita a tu médico. De esta manera, si tienes hipertensión, podrás detectarla a tiempo y, con el tratamiento adecuado, disfrutar de una gran calidad de vida.
