Sus organizadores confiaban en volver a desplegar con pompa las pasarelas, pero el nuevo avance del COVID-19 obligó a la Semana de la Moda, que se abre este lunes en París, a ser digital, esto es, a combinar los pases reales con los virtuales.
Las grandes casas como Dior, Chanel y Louis Vuitton programaron desfiles con un público reducido para presentar sus nuevas colecciones de prêt-à-porter para la próxima primavera-verano.
Sin embargo, la mayoría de firmas –84 en total– lo harán en línea, mientras Saint Laurent, Off-White y Céline estarán ausentes del calendario, que se prolongará hasta el 6 de octubre.
Será la primera Semana de la Moda de París digital, en parte física y en parte virtual. La Federación de la Alta Costura y de la Moda anunció que este inédito experimento había sido un éxito, puesto que los videos de las firmas habían sido vistos 19.4 millones de veces, de los cuales 25 por ciento en YouTube.
Sin embargo, la mayoría de las grandes casas y los críticos lamentaron la falta de emoción de un acto virtual, a diferencia de las pasarelas reales, con los diseños en movimiento al alcance de un público integrado por estrellas, fashionistas y compradores.
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Tampoco ayudaron los breves plazos con los que contaron los diseñadores para armar videos a la altura de lo que cabe esperar de la poderosa industria de la moda, en un momento, además, en que talleres y almacenes habían dejado de operar debido a la epidemia por el nuevo coronavirus.
Los desfiles tienen una parte emocional difícilmente reemplazable, pero se pueden provocar otros tipos de reacciones mediante la tecnología digital. Simplemente será otra experiencia, señaló la española Miren Arzalluz, directora del Palacio Galliera, museo de la moda parisino.
La reflexión empieza ahora y veremos cosas cada vez más interesantes.
Alerta reforzada
Mientras los grandes como Dior y Chanel se aprestan a organizar desfiles en los que las personas usen cubrebocas, sin apenas público extranjero y siempre y cuando la situación sanitaria lo permita, pues París se halla en una zona definida como de alerta reforzada por el avance del COVID.
El georgiano Demna Gvasalia, director artístico de Balenciaga, confió, por su parte, al sitio especializado WWD que se había preguntado si la moda tiene sentido en este mundo apocalíptico en el que vivimos desde marzo, antes de volver a sentirse unido a las creaciones.
“Descubrí que en tiempos de epidemia la gente quiere novedades, incluso más para distraerse de estos horrores”, señaló el diseñador iconoclasta, que optó por una presentación digital.
El domingo cayó el telón de la Semana de la Moda de Milán con el esperado desfile de Valentino, que había elegido la capital lombarda en lugar de París para presentar su nueva colección primavera-verano masculina y femenina para 2021.