Kim Kardashian, de 39 años, regresó a Estados Unidos después de hacer un viaje relámpago a principios de esta semana a Cabo San Lucas, en México, para realizar una sesión de fotos en la playa.
La estrella de «Keeping Up with the Kardashians» fue capturada el miércoles en Malibú protagonizando otra sesión fotográfica en traje de baño, exponiendo sus prominentes curvas, abdomen plano y caderas anchas.
La diva de reality show tenía un diminuto bikini de piel de serpiente, enormes aros dorados en las orejas y su pelo negro azabache tejido en un moño que iniciaba desde la parte superior de su cabeza.
Las instantáneas fueron realizadas a escasos pasos de la lujosa casa de playa donde Khloé Kardashian, de 36, y Kourtney Kardashian, de 41, han estado filmando la nueva temporada de la serie con su madre Kris Jenner, de 64.
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Kim completó su look playero con una diminuta blusa triangular con estampado de pitón de color marrón y pantalones anudados a juego. La empresaria lucía mejor que nunca, al parecer sus problemas matrimoniales con Kanye West, de 43, no han afectado su apariencia física. Kardashian se veía rosagante. Su cuerpo se podía ver mucho más tonificado, sobre todo el área de los muslos.
Paseo sobre olas
La estrella de la realidad compartió el jueves videos y fotos de un paseo al lago con sus hijos North West, de 7, y Saint, de 4. «Nada como Lake Life y animarse mutuamente en el wakesurf, escribió Kim en la leyenda de la publicación en redes sociales.
La CEO de SKIMS y KKW Beauty aparecía firme sobre una tabla mientras practicaba wakeboa con un traje negro. Ella estaba al control de las olas hasta que cayó al agua.
La presentación de diapositivas incluyó una foto de Saint en un bote, así como de North pasando el rato con sus primas Penélope, de 8, y Mason, de 10, en una embarcación inflable en el agua. Kourtney Kardashian también se habría unido a esta aventura, aunque no se atrevió a jugar con las olas como lo hizo Kim. Se cree que esto ocurrió el fin de semana pasado cuando Kanye West visitó Los Ángeles.