¿Sabes cómo sacarle el máximo partido a la sandía?

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La sandía se ha coronado en los últimos años como la auténtica reina del verano acaparando todo el protagonismo, no solo en la mesa. Dulce, saludable, refrescante y colorida.

Aprovechando el Día Internacional de la Sandía te contamos todo lo que necesitas saber para sacarle todo el partido en la cocina.

La sandía, una fruta muy sana que conquista por su sabor

También conocida como melón de agua, la sandía comparte muchas características con la que es la otra gran fruta del verano. Sus plantas se caracterizan porque crecen en forma de tallos rastreros a ras de suelo. 

Brasil es el cuarto productor mundial de esta fruta.  | Richmatts / ISTOCK

La sandía es el fruto, se cosecha una vez al año y es en los meses de calor, en verano, cuando está en su mejor momento, aunque se pueden conservar hasta el invierno.

El origen de la sandía se remonta hasta unos 3.500 años y podría estar en el África tropical; sabemos que ya se cultivaba en la zona del Nilo por los antiguos egipcios. Los árabes la introdujeron en la Península Ibérica y hoy nuestro país es un gran productor de esta fruta, exportando a toda Europa. ¿Por qué nos gusta tanto?

Porque sin duda es la fruta perfecta para el verano. Compuesta casi en un 90% de agua, es muy refrescante, hidratante y saciante, rica en fibra, vitaminas y minerales. Su contenido calórico es muy bajo y sin embargo es una fruta muy dulce, fácil de comer y de digestión ligera, ideal para todas las edades.

Tipos de sandía y cómo sacarle el máximo partido

Existen más de mil variedades de sandía en todo el mundo, aunque las más comunes que podemos encontrar en el mercado se dividen en dos grupos: con y sin semillas. Las más populares en España son de forma redonda, prácticamente esférica, aunque también las hay alargadas. Entre las más comunes encontramos:

Sandía negra: grande, redonda, de piel oscura, casi negra.

Sandía rayada: de color verde claro con rayas más oscuras.

Sandía mini: parecida a la anterior pero en un formato mucho más pequeño.

Sandía amarilla: por fuera se asemeja a la rayada, pero tiene una carne de color amarillo.

Aunque creas que una sandía es muy grande, merece la pena llevársela entera para aprovecharla de muchas formas diferentes. Puedes cortar la cantidad que necesites, envolver la pieza en plástico film y conservarla en la nevera, o trocearla para congelarla en porciones. 

Así podrás preparar refrescantes granizados y smoothies como este de sandía y melón, ya que no tendrás problema en triturarla directamente con la potencia de tu batidora Viva Collection.

Combina de maravilla con todas las frutas de verano, especialmente con las de hueso, como el melocotón, el albaricoque, la nectarina o las ciruelas, pero también con uva, manzana o pera. Los cítricos son otra gran pareja, creando un delicioso contraste con el sabor tan dulce de la sandía, como en esta refrescante limonada de sandía.

Aprovecha todo su poder hidratante preparando zumos y licuados saludables con tu licuadora por presión Viva Collection, extrayendo hasta la última gota de jugo sin preocuparte de las pepitas. Y si quieres más cremosidad, solo tienes que batirla muy bien con yogur, leche o una crema de frutos secos. 

Un ejemplo es este batido con frambuesas, yogur y crema de cacahuete, que puedes convertir en helados si lo congelas en moldes de polo.

La sandía es tan versátil que también es perfecta para refrescar platos salados; enriquece con ella tu receta de gazpacho o salmorejo, o añádela a ensaladas y salteados. 

Te sorprenderá si la pasas por la plancha y la sirves con tu queso favorito, escamas de sal y un toque de especias picantes. Y a ti, ¿cómo te gusta más tomarla en verano?