Las puertas se le están cerrando a los yotubers Myka y James Stauffer después de anunciar que habían regresado a Huxley, el niño que habían adoptado, pues además de la crítica de sus seguidores, también han perdido el apoyo de Kate Hudson, quien se había aliado con ellos para la promoción de la marca Fabletics.
Los influencers de Estados Unidos decidieron devolver al bebé nacido en China y de cuatro años de edad tras realizarle varios diagnósticos clínicos que determinaron que padecía autismo, aunque aseguraron que el padecimiento no tenía nada que ver con esta acción.
Pese a que en una publicación de Instagram Stauffer había dicho que no cambiaría al niño por nada, ella y su pareja decidieron que no podían asumir la responsabilidad de cuidarlo, debido a sus “necesidades médicas”.
Ya sabían que estaba enfermo
El pequeño fue adoptado por la pareja en 2017 y, de acuerdo la mujer, había tenido conductas violentas en contra de dos de sus cuatro hijos biológicos.
Según lo narrado por Myka, trató de ayudar al menor de diversas maneras, pero éste no respondió ante esto, por lo cual tuvo que reubicarlo para evitar que se llevara a cabo una tragedia.
"Sucedieron múltiples cosas aterradoras dentro del hogar hacia nuestros otros hijos, y si estos eventos ocurrieran con uno de mis hijos biológicos, después de toda la ayuda y después de los comportamientos que presenciamos tristemente no tendríamos otra opción que buscar ayuda y satisfacer sus necesidades..”Myka Stauffer.
La influencer aseguró además que Huxley estuvo de acuerdo con la decisión y que ya no puede hablar con él, pues otra familia lo ha acogido en su hogar.
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"Huxley nunca tuvo algo que decir en su adopción, y necesitaba más ayuda y también quería esto y lo sabemos al 100”.Myka Stauffer".
Los internautas se mostraron en contra de la defensa de la mujer y aseguraron que el pequeño no tiene la madurez o capacidad para decidir sobre estas cuestiones, por lo que la acusaron de escapar de las responsabilidades que ella y su pareja adquirieron.
Cuando decidieron que el niño se convirtiera en parte de su familia, tanto Mika como James dieron a conocer que éste podría tener algún daño cerebral, por lo que pidieron donaciones a su público.
El pequeño era un bebé cuando lo recibieron, por lo que la gente se conmovió por el asunto y aportó cantidades que iban desde los cinco dólares, lo cual significó un ingreso constante.
Además de esto, los Stauffer fueron contratados por distintas marcas comerciales para realizar publicidad y además sus videos en la red sociales les permitieron obtener más visitas y, por lo tanto, una monetización más robusta por ellos.
El matrimonio había ocultado todo lo relacionado con la reubicación del menor, pero cuando sus fans se dieron cuenta de que éste ya no aparecía en los clips comenzaron a preguntar por él.
Ante las críticas por un supuesto rechazo hacia el menor, la familia optó por comunicar su decisión en un video en el que dijeron que tuvieron que deshacerse del menor debido a problemas con convivencia.