El año pasado se supo que Sia había sido madre, pero no explicaba cómo había sido el proceso y no se conocía nada sobre esta nueva vida para la cantante.
Con su habitual prudencia y cuidada privacidad, la artista desvelaba esta semana en una entrevista telemática con la cadena de radio SiriusXM, que no se trataba de un bebé sino de dos adolescentes que tenían 18 años en el momento de la adopción.
Tal y como ha contado, los jóvenes iban a dejar de formar parte del sistema de protección infantil nada más cumplir la mayoría de edad, así que ella quiso hacerse cargo de ellos para que pudieran tener una oportunidad de construir su vida adulta sin enfrentarse a la calle.
"Los dos están haciendo ahora cosas que les vienen bien, que son verdaderamente útiles. Están estudiando cosas que son buenas para ellos", aseguraba la cantante, sin dar más datos.
En Estados Unidos, más de 17.000 niños -según la organización Children's Rights- superan la mayoría de edad y son expulsados de los centros de menores, quedando abandonados por el sistema y siendo forzados a enfrentarse a un mundo en el que no cuentan con nadie.
La artista ya hizo público en mayo su deseo de convertirse en madre de adopción tras ver Foster, una serie documental de HBO sobre el sistema de acogida de menores en Los Ángeles, en la que se narran algunos casos estremecedores.
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A Sia le conmocionó especialmente la historia de un adolescente de 16 años que había ido pasando de un hogar de acogida a otro y llegó a ofrecerse, a través de un mensaje compartido con sus seguidores, para adoptarlo.
En octubre, la cantante australiana, conocida por sus famosas pelucas con las que esconde su identidad como si de un antifaz se tratara, rompía su silencio para hablar del dolor crónico que sufre, debido a una operación de cervicales y, por otro lado, a una enfermedad rara, el síndrome de Ehlers-Danlos.
Se trata de un grupo de trastornos hereditarios relacionados con la síntesis del colágeno y que se puede manifestar con articulaciones y piel demasiado laxas, facilidad para la formación de hematomas y daño en los vasos sanguíneos.
