Kim Kardashian ha conseguido un nuevo récord de ventas en su trayectoria empresarial.
Tras agotar sus perfumes, kits de ‘contouring’, la línea de fajas reductoras, bodies y ropa interior y sus pijamas que han inspirado a Zara, ahora la famosa se ha atrevido a comercializar el complemento de moda de esta temporada: la mascarilla.
La estudiante de derecho ha seguido su instinto empresarial y ha decidido lanzar sus propias mascarillas bajo su firma SKIMS que se han agotado en una hora.
Kardashian ha apostado por diseñar estos complementos a juego con los cinco tonos protagonistas de su colección de ropa interior y prendas reductoras que se mimetizan con la piel.
Como indica la firma en su tienda online, estas mascarillas no son quirúrgicas ni médicas, por lo que no eliminan el riesgo de infección. Solo están confeccionadas con una tela de algodón y destacan por no tener costuras, por lo que resultan mucho más cómodas a la hora de adaptarse al rostro.
Con un diseño muy minimalista, el accesorio consiguió acaparar todas las miradas este pasado sábado en la publicación que hizo la marca en sus redes sociales para anunciar que ya se podían comprar.
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En tan solo una hora las fans de la empresaria arrasaron con todas las unidades. Un éxito que quizá se entiende por el fenómeno Kardashian pero también por el diseño sencillo y el precio de cada mascarilla. El artículo cuesta 8 dólares, unos 7,40 euros, y también se puede adquirir en un pack de cuatro por 24 dólares, unos 23 euros.
En un comunicado en Instagram Stories, SKIMS ha anunciado que ya se han puesto manos a la obra para producir más mascarillas “lo más rápido posible”. Las personas interesadas se pueden inscribir en una lista de espera para conseguir el accesorio de moda a partir de la próxima semana.
