¿Por qué comemos dulce cuando estamos tristes?

Que sientas deseos de comer chocolate, pasteles, donuts, nocilla, en suma, alimentos dulces cuando estás triste es normal y tiene una explicación. Estos alimentos se conocen como alimentos anti-estrés y tienen la facultad de aumentar los niveles de nuestros neurotransmisores: serotonina, dopamina, adrenalina, en nuestro cerebro.

¿Por qué el azúcar nos hace más felices?

El cuerpo produce la serotonina a partir de un aminoácido llamado triptófano. Cuando ingerimos azúcar, la serotonina aumenta porque el triptófano consigue penetrar la barrera hematoencefálica gracias a la insulina que se produce.

El triptófano, nuestro mejor aliado

Cuando nos sintamos nerviosos o tristes, tenemos que proporcionar placer y bienestar a nuestro cerebro. Para que esta respuesta positiva se de, lo mejor es que sustituyamos el dulce por otros alimentos ricos en triptófano. De esta manera, nuestros niveles de serotonina aumentarán de una manera más sana. Algunos de los alimentos que contienen triptófano son los plátanos, la carne de res, el pavo o los frutos secos.

La llamada comida emocional es uno de los temas más comunes entre las personas de diferente raza y edad. Todos sabemos lo que es comer sin hambre. O porque estaba rico, o porque estoy solo, o porque estoy aburrido. Siempre hay una excusa… más aún cuando se trata del estrés.

Además de los dulces, se conoce como comida emocional a la llamada comida basura (junk food). Esto incluye las grasas, proteínas y carbohidratos, una combinación perfecta y muy estudiada de sal, azúcar y grasa que excita tu cerebro y te pide más.

Hábitos saludables que te hacen feliz

La buena noticia es que, además de ingerir alimentos ricos en triptófano, podemos desarrollar otra serie de hábitos (sociales, alimenticios, deportivos) que nos harán sentir más felices y nos mantendrán sanos. Si detectamos que, metafóricamente «estamos comiendo nuestros snetimientos» es hora de cambiar el chip.

Ahora que sabemos cómo funciona el cerebro y cómo el azúcar nos proporciona placer y bienestar, nos resultará más fácil luchar contra ello y cultivar estos hábitos:

Realizar ejercicio a diario o tres veces a la semana. Desde andar hasta practicar natación o correr, el ejercicio que más nos atraiga.
Quedar con nuestros amigos para charlar o practicar algún deporte.
Consolidar nuestros lazos familiares compartiendo con ellos nuestros problemas.
Comer sano cinco veces al día. Adoptar una dieta equilibrada que incluya alimentos ricos en triptófano, fibra, ácido fólico, omega 3 y vitamina B: plátanos, avena, aguacates, espinacas, legumbres, lechuga, manzanas, salmón, atún, nueces y huevos.