En Tailandia no es algo extraño encontrarse con criaderos de patos, cuyos dueños los pastorean de un lugar a otro en algunas ciudades rurales de este país, pero es poco común encontrarse con una estampida de patitos sobre una calle transitada en una ciudad más grande y urbana.
Jack Charan fue el testigo de ver una enorme cantidad de patitos pasando frente a el mientras iba conduciendo su vehículo, por lo que de inmediato sacó su camarita y grabó la asombrosa marcha de estas lindas aves.
AGENCIAS