3 rasgos comunes a los bebés recién nacidos

Definitivamente, no te esperabas esto. Lo que acaba de salir de tu interior no se parece en nada a los bebés de Hollywood. Es un poquito más… feo. Pero, no te sientas mal; este tipo de «sorpresas» son bastante frecuentes. Lo cierto es que nadie nos prepara para asumir el verdadero aspecto de los bebés cuando recién llegan al mundo -salvo nosotras, claro-. Por eso, queremos que conozcas los 3 rasgos comunes a los bebés recién nacidos.

Cabeza alargada

Para finalmente ver la luz del día, tu bebé tendrá que atravesar la pelvis y el canal de parto, y luego salir a través de la vagina. Si tu chiquito tuviera un cráneo duro e inflexible, esta travesía se tornaría muy complicada -por no decir, casi imposible-. Pero, parece ser que la madre naturaleza lo ha previsto todo y le ha conferido una gran capacidad de adaptación a la cabecita de tu pequeño. Por un lado, este rasgo facilita el parto, pero, por el otro, hace que tu niño tenga la cabeza alargada.

Vérnix

En el útero, y para proteger su delicada piel del contacto continuo con el líquido amniótico, tu bebé está envuelto en una gruesa capa de vérnix -material grasoso de textura similar a la del queso-. En general, la mayor parte del vérnix desaparece antes del parto. Eso sí, esta capa grasosa está siempre presente en los bebés prematuros. En lo que al vérnix respecta, no hay de qué preocuparse, pues es fácilmente removible. Ahora bien, ten en cuenta que si se la deja sobre la piel de tu retoño tendrá un poderoso efecto humectante.

Extremidades azules

Los bebés pueden nacer con acrocianosis, es decir con las extremidades de color azul o púrpura. Esta coloración puede asustar un poco, pero lo cierto es que es muy frecuente y se debe tan solo a la disminución de la circulación del flujo sanguíneo. Puede que la acrocianosis tarde un poco en desaparecer; esto dependerá de qué tan rápido tu niño sea capaz de adaptarse al mundo exterior. Ten en cuenta que masajear las extremidades suavemente contribuye a mejorar la circulación y, consiguientemente, a acelerar el proceso de recuperación.