Si normalmente reaccionamos con ira frente a situaciones que nos sobrepasan, y esto afecta nuestras relaciones vinculares, hay algo que debemos cambiar. La ira es un sentimiento normal, pero si no sabemos controlarlo puede conducirnos por un mal camino, ya que tiene efectos físicos y psicológicos en nosotros. A continuación, te daremos algunas recomendaciones para poder controlar la ira.
Instrucciones
Piensa qué situaciones te generan ira. Trata de registrar esos momentos para poder trabajar sobre ellos.
Posibles soluciones.
Piensa en esas situaciones que desencadenan ira, y trata de reflexionar cual hubiese sido la forma adecuada para reaccionar.
Relájate. Cuando te enfrentes a una situación que te genere ira, trata de relajarte.
Antes de reaccionar, trata de respirar profundo unos segundos. Comienza a realizar ejercicios de relajación y de respiración cotidianamente.
Repeticiones mentales.
Trata de controlar tu ira repitiéndote internamente una y otra vez frases positivas como por ejemplo «Debes mantener la calma», «Esta situación no me molesta».
Realiza ejercicio físico. El deporte nos ayuda a liberar tensiones y a sentirnos más relajados.
Trata de identificar claramente el motivo de la ira en ese momento.
Generalmente, la ira se desencadena por una serie de situaciones, no suele referirse a una situación aislada. Por eso, es importante, poder hablar con la persona una vez que sentimos que algo nos molesta.
Trata de ser positivo y tómate la situación con humor.
Si tomas una nueva actitud, te darás cuenta que lo que sucede no es tan malo y podrás ver el lado bueno de la situación. Si logras manejar tu ira, te sentirás bien contigo mismo y realmente notarás el cambio.
