La imagen del beso de película entre Magdalena Eriksson y Pernille Harder durante los festejos de Suecia por la clasificación a cuartos de final del Mundial de fútbol femenino tuvo muchísimas repercusiones en las redes sociales.
Y detrás de él, se esconde una verdadera historia de amor.
La defensora sueca Magdalena Eriksson y la danesa Pernille Harder se conocieron hace ya unos años gracias a este deporte, jugando en la liga del país escandinavo.
Se enamoraron y formaron una pareja, que no se rompió ni cuando la profesión las separó: la primera se fue a Chelsea, de Inglaterra, mientras que la segunda partió con destino a Wolfsburgo, de Alemania.
El destino las puso en una situación muy complicada. Sus selecciones compartieron grupo en la etapa de clasificación para el Mundial, Suecia clasificó primera y consiguió el boleto. Dinamarca, quien perdió uno de sus partidos por no presentarse para reclamar igualdad salarial algo que finalmente consiguieron, quedaron fuera.
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Pese al dolor que le generó esta situación, Harder decidió viajar a Francia a ver la Copa del Mundo y alentar a su novia. El lunes pasado, se la pudo ver en la tribuna, con la camiseta de Suecia. Cuando el árbitro pitó el final del encuentro (1-0 ante Canadá), Eriksson se acercó a ella y le dio un apasionado beso, que no tardó en volverse viral.
El próximo compromiso de Suecia será el sábado ante Alemania, en un partido que promete ser durísimo. Eriksson ya sabe que en la tribuna contará con una hincha incondicional que estará haciendo fuerza por verlas entre las cuatro mejores selecciones del mundo.
